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jueves, 26 de julio de 2012

Seres Mitológicos de España: Cantabria


Introducción:

   Existen muchos seres mitológicos imaginarios y casi reales según las generaciones más antiguas, que desde hace muchos siglos se conoce que poseen importantes funciones y poderes. Entre los más importantes están: las hadas, los duendes, ogros, gigantes, vampiros, sirenas, brujas, seres espectrales, gárgolas y quimeras…  Existen en España gran variedad de seres mitológicos, principalmente en la zona norte como: Asturias, Cantabria, Galicia.
Debido a que en España, a lo largo de la historia, han convivido muchas y distintas culturas, como la musulmana, judía o cristiana, que han producido seres de leyenda muy interesantes y atractivos. 


Ser mitológico


Seres de Cantabria:

   Cantabria es un lugar lleno de mitos, cuentos y leyendas fantásticas, que la tradición del pueblo ha mantenido vivos hasta la actualidad.
Todos los seres mitológicos cantabros muestran el miedo a entrar en el entorno natural, que es a la vez de bello, agresivo y peligroso; buscando los poderes que le diesen la ansiada seguridad humana. También es tradición cantabra el culto al fuego ó adoración al Sol; así como a la “madre tierra”, haciendo divinos a los animales, árboles, montañas y aguas, viéndolos éstos como espíritus esenciales de la vida del pueblo.



Ser mitológico de Cantabria
  

Los atributos de estos personajes son opuestos, uno representa lo feo, salvaje y malvado, que ataca al hombre de la Montaña; y el otro, la hermosura y la bondad, que soluciona los males ó bendice a los buenos y pobres.


1.- La Anjana:

   Es una hermosa hada, de ojos azules que brillan mucho, piel blanca, mirada amorosa, largas trenzas rubias, voz muy dulce y con unas pequeñas alas. Viste una túnica de seda blanca, lleva una vara de mimbre verde con una estrella en la punta que amansa a las bestias del campo con solo tocarlas, y una botellita llena de un líquido milagroso que cura a los enfermos. Vive en grutas (cuyo suelo es de oro y plata) y posee muchas riquezas para ayudar a los pobres.
Es el ser bondadoso por excelencia de Cantabria, pues protege a las personas honradas, los enamorados y a los que se pierden en el bosque o en los caminos.
Con sus hechizos consuela las penas y alivia el dolor, el hambre y la sed.



La Anjana


2.- Los Caballucos del diablo:

  En la noche de San Juan en la que hay mucho misterio, hechizos y ritos sagrados, están “los caballucos del diablo”. Son siete y se parecen a libélulas gigantes, ya que tienen alas muy largas y transparentes, sus ojos brillan como el sol, soplan como el viento y expulsan fuego por la boca.

  Van todos juntos y los cabalgan siete demonios. Cada uno es de un color distinto del arco iris; el rojo que va en medio es el más fuerte y el jefe. Estos jinetes son en realidad siete hombres malvados enviados por el diablo, que producen el terror por las noches. Su malicia es tan grande que se comen las “Flores de agua” que dan el amor y la felicidad a los jovenes que van a los bosques a  buscarlas en la noche de San Juan. 


Los Caballucos del Diablo

   
La única manera de luchar contra ellos, es llevar una “ramita de verbena”…la hierba sagrada que aleja todo mal, y que se tiene que coger del campo en la madrugada de la noche de San Juan del año anterior.


3.- El Cuélebre:

   Es un extraño reptil parecido al dragón, con cabeza ancha, ojos de color del fuego, poderosas mandíbulas con enormes colmillos, cresta de espinos, patas de garras de acero, alas de murciélago en su espalda (que les permiten volar), aliento muy desagradable y por su gigantesca boca expulsa fuego y azufre.           
Vive en cuevas ó bosques y una de sus principales funciones es cuidar los tesoros (piezas de oro de gran valor), que tiene ocultos en éstos sitios.  
Se dice que el cuélebre es muy perjudicial para los hombres que viven cerca de su escondite, pués suele alimentarse de éstos. Para evitarlo se le suele entregar alimentos,
como un pan de harina de maíz, dentro del cual suele haber embutidos.
Dice la leyenda que dicho monstruo amenazaba con destruir al pueblo de “San Vicente de la Barquera” si no le daban una bella mujer cada año.



El Cuélebre


4.- Los Enanucos bigaristas:

   Son enanos, feos, barbudos, con arrugas en el rostro, de ojos azules y brillantes, pantorrillas grandes y visten medias de color rojo.
Suelen ser solitarios, viven en los árboles o entre la mies, se comunican entre sí por un silbido (parecido al canto del mirlo) y poseen mucha inteligencia.
Su nombre viene de que saben tocar un instrumento musical de viento: “El bígaro” (parecido a una caracola de mar) con la que cantan de forma muy especial.



Enanuco bigarista

   
A veces se dejan ver por los hombres y con su sabiduría suelen aconsejar a las personas necesitadas y predecir de forma sensata, pues conocen y comprenden los problemas humanos. Pero si se les ofende o engaña, éstos se convierten en seres malvados y vengativos con dichas personas, haciéndoles sufrir por su error.
5.- Los Nuberos:

   Son genios muy pequeños, de cara maliciosa y cuerpo gordo. Siempre van sobre sus nubes y desde ellas controlan el granizo, el rayo y la lluvia.
Son traviesos y malignos, que se divierten provocando las tormentas de las montañas, produciendo gran temor a los animales con sus rayos y destruyendo las cosechas de los hombres con sus granizos. Por ello, se les culpa de las grandes y temidas noches de aguaceros y tempestades que se producen en el pueblo. 
El pueblo, como defensa, encienden cirios y tocan las campanas, para poder así echar a los malos espíritus. Pero aún así no han encontrado el método para hacerlos desaparecer.


Núbero

6.- El Ojáncano:

   Es el ser más malicioso y cruel de la mitología Cantabra. Vive en las montañas, valles y bosques. Posee una altura inmensa, fuerte como las rocas de las montañas, con pies y manos enormes que tienen cada uno diez dedos con garras muy afiladas. Su cuerpo está cubierto de pelo áspero y rojizo. Tiene un único ojo, que es gigante y brillante, de mirada tenebrosa y fiera, con el que puede verlo todo. En una de las manos suele llevar una honda de piel de lobo con la que tira grandes piedras y en la otra mano tiene un bastón negro que puede transformarse en lobo, víbora o cuervo. 
Todo lo malo que sucede en el bosque o la montaña es culpa suya; como por ejemplo: seca las fuentes, corta o rasga los árboles más útiles, arranca el pelo a las vacas, derriba cercas y tapias, y rapta las mujeres jóvenes.
En su barba posee un pelo blanco, que es el punto débil del Ojáncano; si alguien se lo quitara, así como el único ojo que tiene en su frente, podrá matar a este horrible ser.


El Ojáncano



lunes, 23 de julio de 2012

Ochate

 HISTORIA DE UN PUEBLO MALDITO

Ochate (que en castellano significa “Portillo de Lobos”) es un pueblo muy pequeño, situado en el condado de Treviño, que actualmente se halla abandonado.

  Ochate se encuentra a 33 kilómetros de Miranda de Ebro, y a 14 kilómetros de Vitoria. A este pueblo no se puede acceder en coche, siendo necesario recorrer un tramo a pie. De este modo se puede ver la torre del pueblo, uno de los poquísimos edificios que no se encuentra en ruinas. Hay una necrópolis medieval que se encuentra muy cerca del pueblo, y que tiene tumbas excavadas en la roca.

  La historia de esta villa comienza allá por 1134, cuando se llamaba “Goate” (“Puerta de Arriba”). Dentro de la Nómina de San Millán se hace referencia a esta localidad, que por aquél entonces cuenta con quince habitantes.
Torre de Ochate
  En 1234 se construye la famosa Torre de Ochate, la torre de la Iglesia de San Miguel, ubicada sobre el llano. Se cree que su primer cometido era el de actuar como faro, con el fin de orientar a campesinos y carruajes.

  En 1557 Ochate aparece como un pueblo deshabitado, debido a la emigración de sus habitantes a otras zonas, o a su muerte. Casi doscientos años más tarde, en 1750, el censo del pueblo da el resultado de tan solo seis habitantes.

  Todo transcurría con normalidad, hasta el año 1860. Entre 1860 y 1870, tuvieron lugar en el pueblo tres epidemias, que en España ya se habían exterminado, y que solamente afectaron a Ochate, aun cuando los vecinos de este pueblo mantenían relaciones con los otros pueblos. 
Ochate es un pueblo desierto
  Entre 1860 y 1862, el tifus acabó con la mitad de la población, después, entre 1862 y 1864, el  cólera deja tan solo un tercio de la población, y entre 1864 y 1870 la viruela acaba con la escasa población que quedaba.  Desde 1868, dos años antes de que concluyese la última epidemia, pudo constatarse la desaparición de personas, sobre todo de pastores que paseaban cerca de las ruinas de Ochate, algunos de los cuáles aparecían carbonizados misteriosamente. 
Rostro de Ochate
La desaparición más sonada fue la del párroco del pueblo, Antonio Villegas, quien desapareció cuando se dirigía a la ermita de Bergondo para recoger unos utensilios. Aquella fue la última vez que fue visto.

Un tiempo más tarde, un joven agricultor llamado Juan Peché desapareció sin dejar rastro. Ninguno de los vecinos supo nunca qué ocurrió. El mismo día en que desapareció Juan, otro agricultor apareció totalmente calcinado, en el sendero que conduce al pueblo. Todavía no se ha podido explicar el hecho, nadie sabe lo que sucedió.

Encuentros con lo imposible

  El labrador Víctor Moraza fue el primer en advertir, allá por 1947, de la presencia de luces extrañas sobre las ruinas de Ochate. Uno de los últimos hombres en desaparecer fue un agricultor de la localidad de Marquinez, quien desapareció en 1970.

  El día 17 de Agosto del año 1978, Ángel Resines se hallaba regando su huerto cuando avistó en las cercanías de Ochate una luz blanquecina que se iba acercando de modo rápido. Muy asustado, tuvo que echarse al suelo para que la esfera no chocase sobre él.

  En 1980 se graba la psicofonía de Pandora o kanpora (que significa ¡fuera! En euskera).
Portada del artículo "Luces en la Puerta Secreta"
  Estas leyendas se dieron a conocer debido a un reportaje lanzado a principios de los años ochenta por la revista de fenómenos paranormales “Mundo Desconocido”, cuyo título era “Luces en la Puerta Secreta”•. El reportaje en cuestión estaba basado en una fotografía que Prudencio Muguruza hizo en 1981, en la cuál aparecía un ovni en las proximidades de Ochate. Pese a que un grupo de expertos cuestionó la instantánea (revelada dos meses después), la Universidad de Bilbao no pudo demostrar que la imagen era falsa.

Foto de Prudencio Muguruza
  Allá por 1986, el empresario Fernando Gil, quien se hallaba junto a la torre de Ochate, pudo escuchar unas pisadas que iban formando un círculo, el cuál se iba cerrando a su alrededor, hasta que notó cómo una mano invisible le tocaba el hombro. En sus propias palabras, “una de las noches, junto a la torre, noté alrededor de las dos de la madrugada, alguien estaba trazando un extraño círculo, no había nadie, pero se notaban y se escuchaban las pisadas en la hierba mojada, de repente, alguien invisible, puso su mano helada sobre mi hombro”.
  En Julio de 1987, las compañías primera y tercera de carros blindados de la base militar de Araca (Vitoria) anduvieron perdidas durante más de cuatro horas deambulando por una densa niebla en Ochate. No podían contactar entre ambas compañías, pese a estar separadas por una distancia de 300 metros. Los equipos de comunicación, al parecer, no funcionaban. Había unas interferencias totalmente inexplicables, y las dos compañías estuvieron deambulando por el pueblo durante cuatro horas sin encontrarse entre sí.

  Debido a esta situación de desconcierto y nerviosismo, el capitán Aparicio mandó que ambas compañías volvieran a la base.

  Precisamente ese mismo año, un grupo de investigadores, entre los que estaba Alberto Fernández, tomaron la decisión de ir a Ochate. Cuando se dirigían a los coches, se encontraron a Alberto Fernández muerto dentro de su coche. 
Ruinas de Ochate
  No obstante, la historia más impresionante es la de Mikel Colmenero, cámara y radioaficionado de Vitoria. Al ir tomando distancia del grupo principal con su vehículo, éste comenzó a fallar, y al intentar volver vio cómo pasaron, por los laterales de su coche, dos humanoides de unos tres metros de altura, con la cabeza ovalada, trajes ceñidos de color negro y dos franjas más claras. Se quedó quieto, y los dos humanoides se fueron alejando. Al parecer, en ese momento, en una cinta que llevaba Mikel en el radio-casete de su coche, se grabó la frase “yo sí estoy”. Esta frase provocó tal pavor en el testigo, que este destruyó la cinta.

Contradicciones con respecto a la población

  Por documentos del archivo diocesano de  Vitoria, donde se habla de visitas pastorales a la zona, y por fotos del pueblo en pie tomadas del fondo fotográfico de la Diputación Provincial de Burgos, se cree que el pueblo fue abandonado entre los años 1920 y 1930, debido a la emigración a las ciudades como ocurrió en tantas y tantas poblaciones de todo el territorio español. Debido a esto, muchos expertos creen que los datos que forjaron esta leyenda no son fiables, si bien se aprecian ciertos hechos que pueden tener un fondo real.
Medallón de Ochate
  Sin embargo, parece que el pueblo no quedó despoblado por grandes mortandades, e incluso, según las últimas investigaciones, se ha hallado con vida al último habitante de Ochate. Se llama José Aránguiz, y desmitifica la historia del pueblo.

Al parecer, la historia de Ochate se basa muchísimo más en el llamado “boca a boca” que en datos reales que se puedan verificar, contrastar y/o demostrar. Como ya hemos dicho, la leyenda dice que este pueblo quedó despoblado a raíz de una serie de misteriosas epidemias de viruela, tifus y cólera (amén de las misteriosas desapariciones) y que por ello podría clasificarse dentro de los llamados “pueblos malditos”. No obstante, hay que matizar que las fechas de las epidemias en este pueblo no coinciden con las fechas de las epidemias de las mencionadas enfermedades que azotaron el resto de la provincia de Burgos,  así como de la vecina Álava, y que no existen datos en el archivo episcopal de mortandades tan elevadas. ¿Realidad o ficción? Decidan por ustedes mismos.
Mapa de Ochate





























martes, 10 de julio de 2012

Tutankamon


Hace ahora 90 años del descubrimiento de la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes, y, además, 134 del nacimiento de su descubridor, Howard Carter.

¿Quién fue Tutankamón?
Tutankamón fue el faraón 12º de la XVIII dinastía. Su nombre original, Tutankatón, significaba "Imagen viviente de Aton".
Rostro de Tutankamon
 
Aunque sus orígenes son inciertos, se sabe que nació hacia el año 1372 a.c. Algunos estudiosos tienden a considerarlo hijo de Akenatón  (Amenhotep IV) y de una esposa “secundaria” luego caída en desgracia. Más verosímil parece la hipótesis que lo nombra último hijo de Amenhotep III y de Teie: habría tenido como hermano mayor a Akenatón y como hermanastro a Smenkhara, los dos ilustres predecesores muertos sin dejar herederos directos. Su legitimidad de candidato a la sucesión se habría consolidado gracias al matrimonio con la princesa real Ankhesenpaaton, tercera hija de Akenatón y Nefertiti. Tuvieron dos hijos conocidos. Sus momias fueron descubiertas en su tumba.
Escultura del faraón
 Tres años después de acceder al Trono, el nuevo faraón restableció el culto tradicional y, por consiguiente, el poderío de los sacerdotes de Amón, seriamente debilitado en el reinado anterior. Al mismo tiempo restableció la capital en Tebas, abandonando la capital creada por Akenatón en Amarna. Fue entonces cuando sustituyó su propio nombre por el de Tutankamón.
Cuando Tutankamón logró el trono, Amenhotep III hacía algún tiempo que llevaba muerto aunque algunos egiptólogos apuntan que fue co-regente durante los últimos años del reinado de Akenaton.
Tutankamón gobernó Egipto durante ocho a diez años; Exámenes de su momia han mostrado que él era un joven adulto cuando murió.

Descubrimiento da la tumba 

  En Egipto, en el Valle de los Reyes, las excavaciones emprendidas por el científico Howard Carter y Lord Carnarvon a partir de 1906, los llevan años más tarde al hallazgo de una tumba real de la XVII Dinastía.   La exploración de la tumba, cuyo acceso fue descubierto el 24 de noviembre de 1922 se prolonga durante los próximos 4 años y los conduce hasta la cámara sepulcral del faraón Tutankamón. Se dice que Howard Carter, descubridor de la tumba, dijo "Veo cosas maravillosas" cuando accedió por primera vez al lugar, el día 26.
Artículos encontrados en la tumba

  Según Carter, existía una zona del valle que aún no habían investigado. Estaba cerca de la tumba de Ramsés VI, que había reinado poco después de Tutankamón, cerca de la cual se habían encontrado unos pocos artefactos con el nombre de "Tutankamón" grabado.

  Cárter volvió a Egipto y se dispuso a limpiar la zona justo delante de la tumba de Ramsés VI. Era el 4 de noviembre.Los empleados de Carter encontraron algunas cabañas utilizadas por los obreros en la época en que se construyó la tumba. El 4 de Noviembre ya habían retirado todas las cabañas y los obreros comenzaron a excavar hasta la roca de fondo, un metro más por debajo. Al llegar a la roca, encontraron un escalón cavado.

  Al día siguiente descubrieron algunos escalones más, así como la parte superior de una puerta, cubierta de yeso y cerrada con un antiguo precinto. Este mostraba al zoomorfo dios Anubis, con cabeza de chacal, atado sobre un grupo de nueve cautivos: el precinto utilizado por guardianes de tumbas egipcios para sellar las tumbas importantes.

Sortija de Tutankamón


La tentación de romper las puertas y ver qué había en su interior debió ser enorme, pero Carter decidió esperar hasta que su patrocinador llegara a Egipto. Carnarvon y su hija  llegaron a Luxor el 23 de Noviembre. Al día siguiente presenciaron cómo volvían a descubrirse los 16 escalones que conducían a la tumba.

  Una vez descubierto el resto de la puerta, Carter y Carnarvon descubrieron el sello de Tutankamón en su base. Por fin habían encontrado la tumba del monarca...

Imagen en la cámara funeraria

  Ésta permaneció oculta durante más de tres mil años. Existen evidencias de que fue saqueada y luego restaurada en los meses posteriores a su enterramiento, por lo que nunca podremos saber cuáles fueron las riquezas reales que allí se encontraron originariamente.

  La tumba, en su mayor parte a salvo de los saqueadores durante siglos, contiene en su antecámara gran cantidad de objetos valiosos, lo que demanda varios meses para su inventario y transporte. Finalmente la cámara mortuoria es descubierta y en ella un gigantesco féretro de más de 5 mts. de largo y casi 3 de altura recubierto en oro, conteniendo sucesivos féretros que protegen el sarcófago real.

Sarcófago de la momia

  Las conjeturas sobre la muerte de Tutankamón empezaron cuando la tumba fue descubierta por el arqueólogo Howard Carter en 1922. Unos estudios con rayos X tomados a la momia en 1968 indicaban que había una inflamación en la base del cráneo.

¿Cómo murió?
Desde el descubrimiento del cuerpo del joven rey,  siempre se ha creído que Tutankamón fue asesinado.
Posteriores análisis han apuntado a un golpe "post mortem" durante el proceso de embalsamamiento.
En 1996, un  examen de la Long Island University, revelaba que la hemorragia producida por el golpe sólo podía explicarse si lo hubiera recibido en posición horizontal, y por lo tanto mientras dormía. Esta   hipótesis  ha sido descartada por expertos egipcios que indican que la forma del derrame es debida a un golpe en posición horizontal sobre una superficie dura, pero una vez muerto. Se  reveló tras el examen forense que Tutankamón pudo ser envenenado.
Finalmente los científicos parecen haber resuelto el misterio sobre su muerte  y creen que el joven faraón, que reinó entre 1333 y 1324 a.c., perdió la vida al caer de una carroza mientras cazaba en el desierto.


Trono de Tutankamon

El misterioso faraón fue enterrado a toda prisa. Esta es la conclusión a la que se ha llegado en un nuevo análisis de las inquietantes manchas de color marrón oscuro que cubren las paredes exquisitamente pintadas de la tumba de este
El hallazgo de su tumba, casi intacta, supuso una aportación fundamental para la comprensión de la historia y cultura egipcia. Posibilitó sacar a la luz una cantidad apreciable de joyas, muebles, armas y variados utensilios, aportando una información fundamental que permitió ampliar el conocimiento de la civilización egipcia.

La maldición
Se dice que había una  maldición: “Todo aquel que ose perturbar el sueño eterno del faraón será herido por las alas del pájaro de la muerte”.

Símbolos jeroglíficos

  Lord Carnarvon, coleccionista de antigüedades inglés, quien ha encabezado las exploraciones arqueológicas en Egipto junto a Howard Carter, muere en abril de 1923 como consecuencia de la picadura de un insecto, lo cual da inicio a especulaciones sobre una supuesta maldición atribuida al faraón. Siete años más tarde habrá muerto la totalidad de los principales miembros de la expedición (a excepción de Cárter) aunque la mayoría, por causas aparentemente naturales.

     Desde la muerte del conde Carnarvon, han aparecido en la prensa noticias alarmistas relacionadas con la maldición de la tumba de Tutankamón: en los años 60 y 70 algunas piezas de la tumba fueron movidas del Museo de Egipcio del Cairo a diversos museos en Europa. Los directivos del museo que aprobaron los traslados, también murieron de manera extraña.

Desde hace año y medio, las autoridades egipcias han limitado la entrada de turistas en las tumbas que están más amenazadas, e incluso introdujeron en algunas, sistemas de ventilación con el fin de mantener constante el nivel de humedad y evitar el deterioro de las pinturas murales.