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viernes, 6 de septiembre de 2013

La Esfinge de Guiza


Introducción

 La esfinge es un ser que tiene cabeza humana y cuerpo de león y es de origen griego. Según la mitología griega, la esfinge es un monstruo con pechos y cabeza de mujer, alas de ave y cuerpo de león. La leyenda dice que este ser estaba situado en lo alto de una roca a la entrada de la ciudad griega de Tebas y que a cualquiera que intentaba entrar o salir le proponía un acertijo y al que no lo resolvía lo devoraba. Los antiguos egipcios lo denominaban Shesep-ankh, que significa «imagen viviente».
Esfinge de Guiza


  Las esfinges simbolizaban la vida después de la muerte y la realeza, por lo que aparecen en muchas tumbas en forma de relieve. Durante el Imperio Nuevo algunos dioses fueron representados como esfinges, por ejemplo Amón.

Las esfinges, normalmente, suelen ser representaciones masculinas  porque representan al monarca, pero a partir del Imperio Nuevo son también consideradas femeninas porque representan a las reinas.

La Esfinge de Guiza

 Su tamaño es una de las cosas más sorprendentes, está hecha en roca viva y ha perdido gran parte de su tamaño original. Tiene la altura de un edificio de cinco pisos y su longitud es como la anchura de un campo de fútbol.

La mayor representación de una esfinge en todo Egipto es La Gran Esfinge de Guiza, y la autoría y la cronología de ésta aún no está del todo aclarada, la hipótesis más aceptada hoy en día es que fue construida en la época del faraón Kefrén (2558-2532 a.C.), aunque existen otras teorías que la atribuyen a Keops, e incluso hay otros que afirman que fue antes de los egipcios.

 Los egiptólogos pensaron durante algún tiempo que Thutmoses IV fue el faraón que hizo construir la Esfinge, porque encontraron su sello real en la piedra.

Estela del Sueño

 En la “Estela del Sueño” erigida frente a ella, se describe que en una cacería, el futuro Tutmosis IV durmió bajo la cabeza de la Esfinge y ésta, en sueños, le prometió que sería elegido rey si despejaba la arena que la cubría. El príncipe obedeció. De esta manera fue recompensado con su subida al trono tras el fallecimiento de Thutmoses III. Thutmoses IV rindió homenaje a la Esfinge inscribiendo su nombre en la piedra, para que a partir de ese momento se relacionase a ambos.

Otros mantienen  la teoría de que  la Gran Esfinge fue construida a iniciativa de un faraón hoy olvidado, al que algunos investigadores incluso acusan de usurpador. Se trata de Didufri, hijo de Keops y hermanastro y antecesor en el trono de Kefrén. Didufri habría levantado el monumento en honor a su padre, a quien asemejó al dios del sol Re.


Primeras menciones de los túneles

Túneles bajo la Esfinge

 Se piensa que el agua debió transcurrir bajo la meseta hace miles de años creándose, de forma natural, túneles  Los egipcios pudieron haber utilizado estos túneles situados bajo la Esfinge para comunicar ésta con la Gran Pirámide o con una supuesta biblioteca milenaria que pudiera estar bajo el león.

  En el siglo X de nuestra Era, algunos escritores árabes comentaban la existencia de puertas secretas que conducían a interminables galerías que a su vez daban acceso a grandes cámaras llenas de tesoros.

Orientación de la Esfinge  (Imagen sacada de goroadachi.com)


Se ha averiguado que la Esfinge estaba orientada que en el año 10.500 a.C.  hacia el cinturón de Orión, en la era de Leo.

 Se descubrió que la Esfinge mira con sus ojos directamente hacia la aparición del Sol por el horizonte, cuando llega el equinoccio de primavera, y ésta se alinea con exactitud con el Sol.


Dudas sobre la cabeza de la Esfinge

 Se piensa que la cabeza original desapareció y que ésta se realizó más tarde porque se ha visto que las marcas de erosión que tiene no concuerdan con las del resto del cuerpo.

Hay  muchas leyendas y textos que se refieren a la cabeza de la Esfinge como el rostro de un dios arcano, un dios del Tiempo Primero, que venía de las estrellas y rigió durante miles de años a las orillas del Río Nilo.

Dobrev, académico del Instituto Arqueológico Francés de El Cairo,  dice que en todas las imágenes sabidas de Kefrén aparece con barba, mientras que la esfinge no la tiene. 
Detalle de la cabeza de la Esfinge


 Los trozos de una barba gigante de piedra encontrados bajo el monumento y que hoy están expuestos en el Museo Egipcio de El Cairo se ha llegado a la conclusión de que son un añadido posterior.

A la Esfinge le falta la nariz. El historiador egipcio al-Maqrizi (siglo XV) señaló a Muhammad Sa’im al-Dahr, un musulmán sufista, como el causante de la mutilación de la esfinge porque los campesinos la adoraban y realizaban ofrendas, por todo ello éste ordenó que la desfigurasen.

 Existen otras teorías acerca de esto, unos dicen que fueron los mamelucos, otros que las fuerzas de Napoleón la dañaron a cañonazos, incluso que fueron las tropas inglesas. 
Boceto de Frederic Louis Norden


Pero todas estas hipótesis son falsas. Frederic Louis Norden realizó en 1737 unos dibujos de la esfinge, publicados en 1755, en los que ya no tenía nariz.

¿Existió una segunda Esfinge en Guiza?

  En el Antiguo Egipto, las esfinges se hallaban siempre en pareja. ¿Es posible que hubiese una segunda Esfinge en Guiza?

  Además de los egipcios, los romanos, los griegos y los musulmanes hablaron de una segunda Esfinge en Guiza. Se supone que un desbordamiento del Nilo la quitó la capa exterior en piedra y  fue destruida entre los años 1000-1200 d.C, , dejándola en muy mal estado. En pocos años, la utilización de su material para la realización de casas en la zona y la erosión la hicieron desaparecer definitivamente.

Parece pues acertado pensar que llegamos unos 1000 años tarde en hallar este segundo coloso, que quizá nos hubiera ayudado a revelar la verdadera identidad faraónica de su pareja más conocida.

La Esfinge de Guiza y Marte

El vínculo entre Egipto y el planeta rojo se ve además con la importancia de ese color en la vida egipcia: Inicialmente, las pirámides estaban pintadas de color rojizo, y el Libro de los muertos hacía referencia a Horus como... el retoño rojo. En sus frisos, generalmente pintaban a los hombres de color rojo y a sus dioses de verde. Color que habitualmente se le asigna a los seres extraterrestres. 

Planeta Marte

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