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miércoles, 18 de diciembre de 2013

La Voz de Una Estrella

Carlos Vives

Biografía

  Carlos Vives nació en Santa Marta, Colombia, en 1961. A mediados de los años setenta, él y su familia se mudaron a Bogotá con el fin de vivir mejor.  Se le reconoce por haber mezclado ritmos tradicionales colombianos con el rock y el pop, en una fusión que le ha hecho único.

Santa Marta, Colombia


  Es precisamente en Bogotá donde le coge el gusto al Rock, y empieza a tocar en algunos locales. En 1977, al haber fallecido el científico español Mateo Matamala, fundador de un colegio, el coro del colegio entonó una canción de despedida. Era una canción que tenía influencias caribeñas, y su compositor no era otro que el propio Carlos Vives.

  Con esa canción obtuvo el primer puesto en el festival de música colombiana celebrado en otro Colegio. Esto le sirvió para que los profesores de su colegio le contrataran para cantar, y también para ser reconocido como un chico cuya vida era la misma música.

 No obstante, un compañero de su colegio, Santiago Moure, hizo que Carlos se asomase al arte de la interpretación, que se metiera en la piel de personajes cuyas vidas habían sido muy distintas de la suya propia. El acercamiento de Carlos a las artes interpretativas fue logrado por Santiago y por Lucho Reyes.

 Carlos Vives en sus Comienzos
  Una vez terminado el Bachillerato, Carlos encamina sus pasos hacia el Arte Dramático, entrando a estudiar en una entidad que impartía esta disciplina. Empezó a interpretar pequeños papeles en el Teatro La Candelaria. En los años siguientes se adentra como actor en el mundo de la televisión, y se gradúa con un posgrado en producción de televisión.

  Fue gracias a un escritor que Carlos Vives comienza a trabajar en la telenovela “Gallito Ramírez”, en la que da vida al personaje del mismo nombre. Esta novela nos cuenta la historia de un boxeador cartagenero enamorado de una chica, interpretada por Margarita Rosa de Francisco.

Margarita Rosa de Francisco y Carlos Vives


  En 1989 se le ofreció un papel en Puerto Rico, donde hizo dos musicales. Allí se casó con la que sería su segunda esposa, Herlinda Gómez. Actualmente está casado con Claudia Elena Vásquez. Tiene tres hijos: dos de su matrimonio con Herlinda y una hija de su matrimonio con Claudia Elena. Pasa su tiempo entre Miami, Santa Marta y Bogotá. 

  Debido a su compromiso con la infancia, Vives fue embajador de buena voluntad de Unicef. Participó en el concierto Paz Sin Fronteras, y fue invitado a la MISIÓN PROMESA CONTÍNUA 2012 de la Armada de los Estados Unidos. 

Obra

   Una vez de vuelta en Colombia le dieron el papel que marcaría su vida para siempre, el del compositor Rafael Escalona en la producción “Un Canto a la Vida”, por el cual ganaría el premio Simón Bolívar al mejor actor de ese año.

  Nuestro querido Carlos se centró desde entonces en la música, más exactamente en la fusión del vallenato con el rock y un ritmo afro colombiano llamado champeta, lo cual hizo que muchos puristas del vallenato se escandalizaran.

Rafael Escalona

  En 1991 formó su propia banda, La Provincia, con la que grabaría el disco que le daría fama mundial, “Clásicos de La Provincia”. Se trata de un disco en el que tomaba canciones tradicionales colombianas y las mezclaba con el rock y el pop, dando como resultado un disco excelente donde la tradición, la modernidad y el sabor colombiano se mezclan en una salsa que deja en el oyente un gusto excelente. Con este disco, Carlos batió su propio récord de ventas, establecido con la banda sonora de la serie en la que interpretaba a Escalona. Inmediatamente después vendrían las giras por Estados Unidos y Europa.

  No obstante la televisión le llamaba, y trabajó por ello como actor en la telenovela “La Mujer Doble”, y como presentador en un programa de variedades llamado “La Tele”. Hay que mencionar que Carlos es multi instrumentista, ya que además de tocar la guitarra, toca la armónica y la gaita colombiana.

  En 1995, Vives lanza al mercado el que sería su segundo disco con la banda La Provincia. Además, sería el primero grabado bajo sello Gaira Música Local. Incluye los clásicos “La Tierra del Olvido” y “Pa Mayte”. Siguió teniendo éxito con álbumes como “Tengo Fe”, “Déjame Entrar” y “El Rock de mi Pueblo”. Con respecto al disco “Tengo Fe” las bases se grabaron en los estudios Sonolux de Bogotá, y las voces en “The Hit Factory”, en Nueva York.

Portada de "El Rock de mi Pueblo"
Éxito y Premios

  La fusión de ritmos tradicionales como el vallenato con elementos instrumentales del rock motivaron que el disco “El Rock de mi Pueblo” ganase el Grammy al mejor álbum musical contemporáneo.

   Después iría ganando discos de oro y discos de platino con sus sucesivos álbumes. Logró que el tema “Fruta Fresca” se mantuviera en el primero puesto de la revista Billboard.

 A finales de los noventa-principios de los 2000, gana seis grammys, poseyendo el récord de nominaciones a dicho premio. Asimismo, ganó el premio Ondas en Barcelona y el premio Amigo en el Principado de Asturias. Hay que mencionar que Carlos es el primer colombiano en ganar un Grammy. Vives también se introdujo en la música infantil con los poemas de Rafael Pombo (ya había hecho una incursión antes con el tema “Caballito”, del disco “Tengo Fe”), trabajo que también le valió un Grammy.

Premio Grammy
Los miembros más veteranos de “La Provincia”

Mayté Montero

  Mayte Montero es especialista en maracas y Gaita colombiana, flauta indígena colombiana cuyo nombre le fue dado por los conquistadores españoles. Antes de trabajar con Carlos y su grupo (La Provincia), ya había recorrido el mundo con la banda de otra grande del folklor colombiano, Totó la Momposina. Ha venido acompañando a Carlos desde hace más de veinte años.
Mayté Montero
Egidio Cuadrado

  Egidio cuadrado nació en Villanueva, Guajira. Desde 1973 participó en varios festivales, en unos como aficionado y en otros ya de forma profesional, quedando siempre en buena posición. Acompañó durante un tiempo al maestro Rafael Escalona, y se interpretó a sí mismo en la telenovela del mismo nombre, con lo que ya compartió horas de trabajo (actoral en este caso) con Carlos.   La música de Carlos no podría concebirse sin los clásicos acordes de Egidio y su ejecución del acordeón. Hay que mencionar además que el clásico sombrero “vueltiao” es ya sello personal indiscutible del acordeonista, que siempre lo lleva en todas sus actuaciones.

Egidio Cuadrado

El Concierto del pasado 27 de Octubre

  El concierto del pasado día 27 de Octubre fue un concierto para recordar. El público, compuesto principalmente por colombianos y venezolanos (y también por algún que otro español), parecía electrizado ante el derroche de alegría y pasión que el colombiano y su banda desprendían desde el escenario.

  Que Vives tiene un talento a prueba de bala resulta indiscutible. Pero hay una cosa que le separa de muchos artistas que cantan en los escenarios, triunfitos incluidos, y es que este samario que ha paseado su música por todo el mundo VIVE sus canciones.

  La fuerza de Vives y La Provincia reside en la energía que desprenden desde las primeras notas. No es de extrañar, pues  la sangre latina corre por las venas de todos ellos y se manifiesta de forma clara en el hecho de que la música de su tierra fluye de  su corazón, de sus entrañas. Solo así pueden cautivar a un público que les sigue desde hace décadas, y que acude a la llamada de su música sin pensarlo dos veces.

  Durante el concierto, el mito de Santa Marta declaró su amor por Madrid, su gratitud hacia Cadena Dial y, cómo no, hacia su público. El concierto comenzó con la proyección de un vídeo en una pantalla, el cuál encendió el ánimo de los asistentes. Los aplausos y los gritos de entusiasmo se dispararon cuando Carlos y su banda entraron en el escenario.

Carlos Vives durante el concierto

De entre las canciones que cantó debemos destacar “La Gota Fría” (canción que le encumbró a lo más alto), “Matilde Lina”, “La Cañaguatera”, “Carito”, “Déjame Entrar”, “Quiero Verte Sonreír”, “Pa Mayte”, “Fruta Fresca” y “Que Diera”. Cómo no, todas estas fueron coronadas por los aplausos y los vítores de los asistentes, quienes por unas dos horas pudieron volver a los valles, montañas y demás paisajes de Colombia.

 Carlos Vives y su banda son la savia fresca de Colombia, el mar de sabores dulces que impregna el espectro cultural colombiano. Son también la fiel expresión del pueblo colombiano, de esa Colombia cálida, sentimental, bondadosa y optimista que no aparece en las noticias, pero que persiste latente, que en un caudal de agua saludable y dulce inunda los corazones de los verdaderos colombianos.

Carlos Vives en Cadena Dial

viernes, 13 de diciembre de 2013

Instrumentos Musicales

EL TIPLE COLOMBIANO 

 El tiple es el instrumento nacional de Colombia. Es una guitarra que consta de doce cuerdas de metal agrupadas en cuatro grupos de tres. Su afinación es igual en el primer grupo, pero del segundo al cuatro grupo la cuerda central se afina una octava por debajo de las otras dos.

  El nombre se deriva de la palabra “tiple”, que es la más aguda de las voces humanas, propia de mujeres y niños. El tiple tiene una escala más corta que los demás instrumentos de cuerda, lo que le permite producir notas más altas, agudas o atipladas.

Vihuela


Historia del tiple

 Al parecer, los orígenes del tiple se remontan a la vihuela y la guitarra. La vihuela fue introducida en 1708, en Girón Santander, con ocasión del festejo del nacimiento del príncipe Felipe. La guitarra fue introducida en 1722 en San Ignacio, en los Llanos Orientales, y en 1759 por el municipio de Paicol, en el departamento  Huila.

  El tiple fue enseñado y promocionado por los misioneros Jesuitas durante todo el período colonial, con los nombres de discante, guitarrillo y, finalmente, tiple.

Guitarra Clásica

 En ese mismo año, con motivo del paseo de jura para la coronación del rey Fernando VI de Borbón, se hicieron en Popayán, desfiles, comedias y actos religiosos. En el relato de estas celebraciones se halla un expediente que tiene el Archivo Central del Cauca, llamado “Desfiles en Popayán”, que menciona por primera vez en Colombia, la palabra tiple para designar a un instrumento de cuerdas diferentes a la guitarra.

   Allá por 1791, según escribe el escritor payanés Jose María Cordobés Moure, los tiples formaban parte de las agrupaciones de música que celebraban la nochebuena cantando bambucos y otros ritmos nacionales. La palabra “tiple” figura en muchas referencias literarias. Los tiples formaban parte de las agrupaciones de música que celebraban la nochebuena cantando bambucos y otros ritmos nacionales. Entre 1813 a 1870, la palabra “tiple” figura en muchas referencias literarias.

A mediados del siglo XIX, había en Colombia tres variedades de tiples:

-La primera: cuatro cuerdas simples
-La segunda: cinco cuerdas y el cuarto orden pareado
-La tercera: ocho cuerdas, con todos los órdenes pareados.

  Esta última variedad de 8 cuerdas se adopta de 1890 a 1901. Y, finalmente, en 1915 el tiple adopta su disposición actual de 12 cuerdas.

  Una de las canciones de Colombia más conocidas es el “Tiplecito de mi Vida”, con letra de Víctor Martínez Rivas y música de Alejandro Willis, que se estrena allá por Octubre de 1928 en el teatro Olimpia de Bogotá, y cuyas primeras estrofas son: 

“Tiplecito de mi vida
pedazo de mis montañas, 
cómo suenan de sentidas 
tus notas en tierra extraña 

Y cómo ríen de bien
tus cromáticas escalas
con el gotear de mi llanto 
sobre tu bruñida caja.” 

De izquierda a derecha, el tiple y la guitarra

   Con motivo de la Feria Internacional de Sevilla, España, en 1929 se lleva el tiple oficialmente por vez primera a Europa, como parte de los instrumentos musicales de la embajada artística, integrada por los músicos colombianos más importantes en ese momento: Emilio Murillo, Alejandro Willis, Jerónimo Velasco, Francisco Cristancho y Alberto Escobar. Dicha embajada es aplaudida con calidez y premiada por “una España que reconoce en esos ritmos e instrumentos la madurez y autonomía de una semilla plantada mucho tiempo atrás”.

  Finalizando los años cuarenta, inician sus éxitos el dúo que durante muchos años tendrá una aceptación imperecedera: Darío Garzón, guitarra y voz primera y Eduardo Collazos en el dúo y el tiple. En junio de 1954, el tiple colombiano aparece por primera vez en televisión, de la mano de los tolimenses Jorge Ramírez y Lizardo Díaz, y los hermanos Mario y Jaime Martínez. 

                                                               Lizardo Díaz "Felipe"

  En 1973 tiene lugar un suceso muy importante en la historia del tiple. La ciudad de Mariquita, en Tolima, organiza el primero concurso nacional para solistas de tiple. Resultan ganadores indiscutibles Pedro Nel Martínez, de Santander, Enrique Parra, de Tolima, y Gustavo Sierra, del Valle. 

  En su libro sobre el tiple, publicado en 1988, David Puerta Zuluaga sostiene lo siguiente " ... El tiple ha ido perdiéndose paulatinamente de los medios masivos de comunicación. Cada vez con menor frecuencia se escucha su sonido por la radio o la televisión. La industria disquera, que anualmente publica millares de títulos, sólo ha entregado al mercado una veintena de discos de tiple en medio siglo. Los esfuerzos de las instituciones oficiales por promover concursos, recitales y festivales, se desvanecen ante la falta de presupuestos. El magnetismo de las músicas electrizadas y extranjerizantes socava los valores tradicionales y obtura los caminos del tiple, en batallas que parecen irremediablemente perdidas. Por eso se está expidiendo partida de defunción a un instrumento que nunca tuvo cédula de ciudadanía. Y ha llegado a afirmarse que el tiple es una especie en extinción, como las focas polares o las gentes honradas. Pero esta situación no es nueva y será superada como siempre se ha hecho ...”.

                                                                       David Puerta Zuluaga

Usos del tiple
  El tiple está considerado el instrumento nacional colombiano. Se usa acompañando ritmos típicos del interior de Colombia como el bambuco, el pasillo o la tradicional trova antioqueña. 

  Asimismo, este instrumento ha sido reconocido como solista (que es a la manera en la que se toca en la altiplanicie de los Andes colombianos, con plectro o púa, siendo requerido el acompañamiento de otros instrumentos) y como solista autónomo que hace, al mismo tiempo, melodía y armonía. 

Eventos relacionados con el tiple

 Existen muchos eventos relacionados con el tiple en su país. En San Sebastián de Mariquita, tiene lugar en 1973 el evento antes mencionado (concurso nacional para solistas de tiple), por lo que se la conoce como "La Cuna del Tiple Solista en Colombia”. También se lleva a cabo en esta misma población el Encuentro Nacional de Solistas de Tiple "Negro Parra". En Antioquía se realiza el llamado “Cortiple”, encuentro colombiano del tiple, y en Santander se lleva a cabo el Concurso Nacional de Tiple Pedro Nel Martínez. 

Pedro Nel Martínez

  Es así que el tiple goza de gran aceptación, sobre todo en su Colombia natal, aunque también en otros países como Ecuador, y en Chile, donde algunos conjuntos chilenos interpretan canciones colombianas y ecuatorianas.

  Es de esta manera que no nos ha de extrañar el hecho de que el tiple no solamente acompañe los mencionados bambucos y pasillos, y cómo no, la cumbia (baile colombiano y panameño de raíces africanas), sino también sanjuanitos (derivación ecuatoriana del huayno peruano), albazos (canciones cantadas normalmente al alba), pasillos ecuatorianos (adaptación ecuatoriana del vals europeo), etcétera. Lo que realmente importa es que el tiple ha traspasado las fronteras colombianas para convertirse en un instrumento popular y querido en otros países, no solamente de América Latina, sino también en Europa, donde hay personas que lo ejecutan por amor a la música sudamericana..