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miércoles, 3 de octubre de 2012

La Mitología de Asturias



Introducción:

  La mitología asturiana nació, posiblemente, de las religiones que existieron en los pueblos, que adoraban al sol y la naturaleza; que al pasar el tiempo los adaptarían a su manera de comprender la vida y después a través de las nuevas culturas, como son la románica, la visigoda y por último la iglesia católica.

  En el origen de ésta mitología ha tenido mucha influencia el clima, el paisaje de la región (bosques), los ríos, montañas y cuevas. 

  La tradición mitológica asturiana basa sus seres en las fuerzas naturales del agua, la tierra, el aire o el fuego; cuyas leyendas se han transmitido, desde hace muchos siglos hasta la actualidad, en el calor y luz del hogar de la vida familiar. Estos seres muestran que la mitología asturiana es una de las más ricas e importantes de toda España.

  A continuación veremos una pequeña relación de algunos de estos seres:

Descripción de los seres:

1.-El Trasgú:

  Es el ser más conocido de la mitología asturiana. Es un duende pequeño, de orejas picudas, con rabo, cuernos y un agujero en su mano izquierda; vistiendo camisa, polainas y gorro rojos.

  Vive en las casas humanas de las aldeas, causando graves trastornos en la vida familiar, como desordenar cosas y tirarlas al suelo, por lo que no deja dormir a las personas; molestar o espantar al ganado, robar alimentos, etc. Su lugar favorito es la cocina, en la cual encuentra todos los cacharros para hacer sus travesuras, causando a veces grandes destrozos. Es muy astuto y sólo sale por las noches cuando todos duermen.    

  Es muy difícil deshacerse de él, pues acompaña a la familia en sus mudanzas.

  Según el mito se le puede destruir mandándole que traiga agua en una cesta, convierta la piel de un carnero negro en blanco, dejarle en el suelo un poco de grano; y si no lo logra o lo recoje (por su agujero en la mano)…se va de la casa avergonzado.




2.- El Busgosu:

  Es mitad hombre mitad carnero. Tiene espesas cabelleras, las patas y cuernos son de carnero, el pecho, brazos y rostro son humanos, viste traje y sombrero de color verde.

  Según el mito es el señor protector del bosque, de sus animales y las personas que se extravía en él; a quienes muestra el camino con mucha amabilidad y discreción.

  Se le suele ver melancólico, y va recorriendo el bosque.

  Es enemigo profundo de los leñadores y cazadores, a quienes espanta o les hace perderse, sin atacar a éstos, pues reconoce que son superiores a él.

  Si se le enoja, al seguirle, puede hacer caer a las personas en el fondo de un precipicio o un barranco.

Suele raptar a las mujeres de las aldeas para llevarlas a su cueva y si se le persigue núnca se le puede alcanzar. 




3.- Las Bruxas:

Son ancianas feas, arrugadas, sucias, de mal olor y de malas intenciones. 

Suele vestir siempre de negro, la acompañan gatos del mismo color y posee una escoba con la
que puede volar, según la cultura del pueblo; aunque la creencia mas antigua es que vuelan,
utilizando carneros negros, machos cabríos, lobos, perros, gatos, etc.; realizando el vuelo con la
ayuda de los malos espíritus o procesos diabólicos. 

Vive sola, en una cabaña en mitad del bosque, donde pocos pueden llegar, ya que no le
gusta que le molesten si no es necesario. 

Conoce todos los secretos de la magia y la brujería, pociones y ungüentos que elabora en grandes
cacerolas.

En Asturias, se suelen reunir el 30 de Abril de cada año, para realizar un conjuro mágico.

Según la leyenda, con sus miradas pueden hacer enfermar a los que la ha perjudicado o la caen
mal. Suele codiciar el ganado del aldeano.







4.- La Xana:
  
  Se parece a una chica jóven; es de pequeña estatura, gran belleza física, larga melena rubia, ojos claros, con unas pequeñas alas y viste largas túnicas.

  Habitan en las fuentes, cuevas y riberas de los ríos, donde dice el mito que guardan tesoros. Usa madejas de hilo de oro y plata, y se suele peinar sus cabellos con peines de oro.
  La mayoría del tiempo lo dedican a cantar y peinarse en las orillas de las fuentes o saltos de agua, para atraer a algún ser humano.
               
  Realizan trabajos como cuidar del ganado y de sus propios hijos a quienes no puede amamantar, por lo que desea cambiarlos por bebes humanos, cuando los descuidan sus madres al bajar al río a lavar la ropa.

  Aquel humano que consiga deshilar su madeja de hilo sin que éste se rompa, las Xanas le premiarán con preciosos tesoros y un compañero sentimental; pero si el hilo se rompiese se le castigará de forma cruel, que acabará con la muerte, llevándole hasta el fondo de las aguas donde éstas viven.




5.- El Diañu Burlon:

  Es un demonio o diablo, representado normalmente como un caballo, aunque se puede transformar en carnero, vaca o cualquier otro animal, e incluso en humano con quien no suele ser agresivo, pero sí le gasta bromas pesadas.

  Durante la noche, causa temor al caminante que anda a deshoras, desorientando al campesino que busca el ganado perdido y burlándose de los jóvenes que regresan tarde de la fiesta.

  Entre sus travesuras más comunes son:

1. La del caballo blanco, que se ofrece al  caminante cansado. El caballo después de una gran galopada tira al jinete al río o le quema los pantalones.

2. El sapo que corre más que el caballo y su jinete.

3. Luces y ruidos muy misteriosos.
 Poseen poderes, como constructores de puentes, buenos trabajos manuales, y guardan abundantes y preciosos tesoros.

 Se suelen poner al servicio de un humano malvado, travieso, hipócrita… para lograr el fracaso y mal destino de las jóvenes mujeres.




6.- La Sirena:

  Es un ser mitad mujer mitad pez. Pueden ser de agua salada o dulce, poseen una gran belleza, se suele peinar sus cabellos, llevan un espejo con el que se miran siempre el rostro y cantan hermosas canciones, para las que utiliza varios instrumentos musicales. Los libros y crónicas de toda la Europa medieval están llenos de historias de sirenas, llegando a tal extremo que su existencia llegó a aceptarse de forma natural, como por ejemplo en Asturias preindustrial.


  Suele seducir a los marineros atrayéndoles con sus cantos a las costas peligrosas, para que naufraguen o mueran en ellas.





7.- El Hombre Lobo:

  La creencia de que los humanos se pueden convertir en lobos es casi universal; viéndose muy arraigado, por ejemplo, en toda la región asturiana.

  Son personas de ambos sexos, que viven con los lobos y actúan como éstos.

  En la leyenda asturiana, el ser humano se transforma en lobo durante unos siete años por una maldición paterna. Se trata de un chico muy voraz hacia la carne y su madre le maldice para que se convierta en lobo. Cuando vuelve a ser humano conservará siete pelos de lobo en su cuerpo, uno por cada año que estuvo de lobo.

  En Asturias tuvo especial importancia el caso de Ana María García, La Lobera, juzgada por liderar una manada de lobos. Desde hace muchos siglos y hasta la actualidad, el mito del Hombre Lobo ha sido un ejemplo cultural en el cine, la televisión o el cómic.






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