Secciones

viernes, 15 de septiembre de 2023

ESPECIAL VÍCTOR JARA

Introducción

Queridos amigos, el próximo dieciséis de septiembre va a tener lugar uno de los aniversarios más tristemente famosos que se pueden conmemorar. El aniversario de la muerte de un hombre y el nacimiento de una leyenda. El aniversario de la muerte de un hombre cuyo “crimen” fue apoyar y defender, mediante sus canciones, a los más desfavorecidos. Cuyo “crimen” fue soñar con un mundo mejor. El próximo día 16 de septiembre se cumplen 50 años del asesinato del cantautor y director de teatro chileno Víctor Jara.

Biografía

Víctor Lidio Jara Martínez nació en la región de Ñuble, en 1932. Los primeros años de su vida los pasó en el fundo (latifundio) del cual sus padres eran inquilinos. Su padre (Manuel) era campesino del fundo en el que vivían, y su madre (de nombre Amanda) era ama de casa y cantora, además de guitarrista. Tenía cuatro hermanos: María, Georgina (Coca), Eduardo (Lalo) y Roberto.



Víctor Jara



Tras haber abandonado el padre a su madre y sus hermanos, él y su familia se mudaron a la Población Nogales, en Santiago, donde él cursó sus estudios primarios. Una vez allí, su madre, una mujer decidida, inició un negocio de comidas en el Mercado Central.

La madre de Víctor murió cuando él tenía 15 años. Después de su muerte ingresó en un seminario, dado que pretendía encontrar en la religión el amor que no tenía en su vida. Sin embargo, él no tenía madera de sacerdote, por lo que lo abandonó. Después de abandonar el seminario se incorporó al servicio militar, donde destacó por su carácter disciplinado. Una vez terminado este ingresó en el coro de la Universidad de Chile, coincidiendo en el montaje de Carmina Burana con quien sería el amor de su vida, la bailarina británica Joan Turner, quien tras casarse con él años después pasó a llamarse Joan Turner de Jara.



Joan Jara en la Actualidad


Con el tiempo ingresó en la Compañía de mimos de Enrique Noisvander, y cursó actuación y dirección en la Universidad de Chile. A finales de los años cincuenta integró el conjunto Cuncumén, con quienes inició su vida en el mundo de la música, y con quienes realizaría una extensa gira por parte de Europa, incluida la extinta Unión Soviética.

Fue designado director de la casa de la cultura en Nuñoa, y empezó a compaginar la música con el teatro, convirtiéndose en director del ITUCH (Instituto de Teatro de la Universidad de Chile). Entre las obras que Víctor dirigió se encuentran La Remolienda (de un dramaturgo amigo suyo, Alejandro Sieveking), Parecido a la Felicidad y La Maña, obra de Ann Jellicoe por cuyo montaje Víctor recibió varios premios. Hay que mencionar que Víctor fue además discípulo de la folklorista chilena más importante de todos los tiempos, una artística polifacética cuya obra es conocida en gran parte del mundo: la inolvidable Violeta Parra.


Alejandro Sieveking y su mujer, la actriz Bélgica Castro (en la actualidad)



En 1965 entró en contacto con un nuevo grupo que contribuiría a revolucionar la canción chilena, y que en esos momentos estaba integrado por Julio Numhauser, Patricio Castillo y Julio y Eduardo Carrasco: Quilapayún. Víctor les moldeo artísticamente. Les añadió un repertorio, impuso la disciplina en los ensayos (sobre todo en lo relativo a la puntualidad y a las bromas, dado que eran muy amigos de perder el tiempo haciéndolas) les enseñó todo lo necesario para comunicarse debidamente con el público, y les lanzó a la fama. Sin embargo, las diferencias no tardaron en arreciar, y Víctor dejó de ser director artístico del grupo en 1969, año en que asumió su dirección Eduardo Carrasco.

En paralelo a su trabajo con Quilapayún también colaboró con otro gran grupo de enorme significado artístico, el grupo Inti-Illimani, que también pertenecía al movimiento que, en esos años, de la mano de los grupos y solistas antes mencionados, estaba naciendo: la Nueva Canción Chilena.



Inti-Illimani en sus inicios. De izqda a dcha: Jorge Coulon Larrañaga, Horacio Durán Vidal, Ernesto Pérez de Arce, Horacio Salinas Álvarez y el ecuatoriano Max Berrú Carrión (QEPD)


Este movimiento musical se caracterizaba por una fuerte reivindicación del folclore y el macizo cultural indígena no sólo de Chile, sino de toda América Latina, a lo que se agregaba un fuerte componente de compromiso y denuncia de tipo social y político. Debido a su mensaje revolucionario y anti imperialista era un movimiento que “atentaba” contra los intereses de las grandes corporaciones, pero aun así hubo una discográfica que, gracias a Rubén Nouzeilles (su director artístico) vio en la Nueva Canción Chilena un suculento negocio: Emi-Odeón Chilena. Por otra parte, las juventudes comunistas de Chile fundaron un sello discográfico que publicaba a los artistas de este movimiento artístico: DICAP (Discoteca del Cantar Popular).



Rubén Nouzeilles (QPED)


  La Nueva Canción Chilena se distanciaba, por tanto, de lo que entonces se conocía como Neo-Folklore; mientras este daba una versión idílica de la vida en el campo, la Nueva Canción Chilena tenía un tono mucho más realista que reflejaba la dureza de la vida en los latifundios, así como las tropelías que se cometían contra los más desfavorecidos, no solo en el campo, sino en la ciudad, en el extranjero, en todas partes. Sus artistas estaban comprometidos no solo con el Gobierno de la Unidad Popular, sino con la revolución cubana, y, por supuestísimo, estaban contra la Guerra de Vietnam.

Víctor, como el resto de los artistas de la Nueva Canción Chilena, apoyó activamente al político socialista Salvador Allende, no solo en su campaña, sino durante todo su gobierno, que comenzó en el año 1970 después de haber resultado vencedor en unas elecciones. Por esas fechas, Víctor tomó parte en la Conversación sobre el Teatro, evento realizado en Berlín, así como en el Primer Congreso de Teatro Latinoamericano, que se llevó a cabo en Buenos Aires.




Salvador Allende Gossens (QPED)



Mientras tanto, la situación política chilena se volvía cada vez más tensa. La ciudadanía se estaba polarizando, y la oligarquía, desesperada por mantener el estatus político y económico que detentó durante siglos, convocó a una huelga a los camioneros, con la cual pretendía dinamitar lo que la Unidad Popular llamaba “Vía Chilena al Socialismo”. En 1972, Víctor dirigió el homenaje que se hizo a Pablo Neruda con motivo de su obtención del Premio Nobel, pero todo iba a terminar muy pronto, por desgracia.

Una Vida Truncada

El día 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas de Chile, lideradas por el general Pinochet (con el apoyo directo de la CIA, del gobierno de Nixon y de militares estadounidenses), dieron un golpe de estado contra Salvador Allende. En las primeras horas de la mañana de aquél fatídico día, Víctor Jara se trasladó a la Universidad Técnica del Estado, donde fue detenido por los golpistas. Con posterioridad fue trasladado al Estadio de Chile, hoy llamado “Estadio Víctor Jara”.



Interior del Estadio Víctor Jara


En este estadio, Víctor fue sometido a las más crueles torturas y humillaciones. Estaba dirigido por el militar Mario Manríquez Bravo, pero entre los militares que había en el recinto se encontraba el militar Edwin Dimter Bianchi (conocido como “El Príncipe”), quien no dudó en humillar a nuestro querido Víctor. Allí, Jara escribió un poema que le haría famoso en el mundo entero, el poema “Somos Cinco Mil”, donde relataba todas las barbaridades que se estaban cometiendo en el lugar en el que Víctor se encontraba.



Edwin Dimter Bianchi, tras recibir un merecido aperitivo en su último puesto de trabajo. 


Víctor sufrió malos tratos inimaginables, y, finalmente, fue fusilado el 16 de septiembre de 1973. Su cuerpo fue encontrado cerca del Cementerio Metropolitano.

Después de su muerte

Víctor pudo haber sido uno de los miles de desaparecidos que han caracterizado a la Junta Militar Chilena, pero no fue así gracias a un hombre: Héctor Herrera. Héctor, quien es de izquierdas, trabajaba en esos momentos tomando las huellas dactilares a los cadáveres que se amontonaban en el Servicio Médico Legal. Un día descubrió el cuerpo de Víctor entre los muchos que allí se amontonaban, y al día siguiente de haber podido corroborar su identidad, fue a casa de su viuda (la bailarina Joan Turner) para comunicarle el paradero de su cuerpo. Héctor acompañó a Joan hasta donde este se hallaba, y finalmente, Víctor pudo ser enterrado de una manera digna.



Héctor Herrera (derecha) con Joan Jara a principios de la década del 2000


Joan se exilió en Inglaterra junto a sus hijas Amanda y Manuela, del mismo modo que lo hizo el padre de la segunda (el también bailarín Patricio Bunster, primer marido de Joan). No obstante, poco antes del exilio, Joan logró que un equipo de televisión extranjero sacase al exterior ejemplares de los discos que Víctor había grabado (los masters originales fueron destruidos por los militares, como ocurrió con todas las cintas máster de la discográfica Dicap, que había lanzado casi todos sus álbumes), de modo que la discografía de nuestro querido cantautor sigue apreciándose en el mundo entero.

Tanto Joan como sus hijas volvieron a Chile diez años más tarde, y a finales de los ochenta (como podemos ver en otro artículo de este blog) Chile volvió a ser una democracia representativa. Los admiradores de Víctor se cuentan por miles, y casi todos los artistas chilenos siguen admirándole y rindiéndole tributo, si bien no son pocos los que lo hacen fuera del país sudamericano.

En 2018, ocho de los responsables de su asesinato (los militares Hugo Sánchez MarmontiRaúl Jofré GonzálezEdwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Jorge Smith Gumucio, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana, Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso) fueron procesados, y han recibido este 2023 sus correspondientes y merecidísimas penas de cárcel. Por otra parte, un juez de Estados Unidos autorizó el procesamiento de otro de los responsables de su muerte, Pedro Pablo Barrientos Núñez, autor material del asesinato, quien reside en Estados Unidos desde 1990, año del retorno de la democracia a Chile (¿quién dijo miedo?)



Pedro Pablo Barrientos


La Fundación

Esta entidad fue fundada por Joan Turner en 1993. Su objetivo es apoyar a todos los cantautores chilenos que deseen llegar al público, y su deseo es crear un movimiento cultural que sea verdadera expresión del pueblo chileno, que no esté apoyado en valores comerciales. Además, conserva un archivo donde se refleja la solidaridad internacional que hubo con Chile.

Un Nuevo Estadio

En 2003, el Estadio Chile pasó a llamarse Estadio Víctor Jara, en homenaje a nuestro querido cantautor. Ello implicó la firma de un acuerdo según el cual en este lugar tiene que haber conciertos y actividades culturales, así como instalaciones para atender a gente joven.

Sus Canciones Más Importantes

-El Cigarrito

Fue el primer gran éxito de Víctor.

-Plegaria a un Labrador

Esta canción, en la que Víctor llama a los campesinos a unirse a la lucha por la revolución, fue presentada por él mismo en el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, donde fue acompañado por Quilapayún. Tanto Quilapayún como Víctor resultaron vencedores en ese Festival, así como el cantante Richard Rojas.

- Paloma Quiero Contarte y Te Recuerdo Amanda

Paloma Quiero Contarte fue compuesta por Víctor en homenaje a su mujer (Joan) mientras él se encontraba de gira por la Unión Soviética con el grupo Cuncumén. Por otra parte, Te Recuerdo Amanda (este último nombre lo tomó tanto de su madre como de su hija pequeña) relata una historia de amor entre dos obreros.

-Manifiesto

Escrita por Víctor y compuesta por Patricio Castillo, en esta canción él deja bien claro los motivos por los que canta, como lo prueba el siguiente fragmento: “yo no canto por cantar/ni por tener buena voz/ canto porque la guitarra/tiene sentido y razón/canto que ha sido valiente/siempre será canción nueva.




Patricio Castillo en la actualidad


-Preguntas por Puerto Montt

Esta canción tiene detrás toda una historia. En 1969, un grupo de personas que ocuparon el fundo Pampa Irigoin, situado en Puerto Montt, fue asesinado por los carabineros. Algunos culparon del suceso al entonces ministro del interior, Edmundo Pérez Zujovic, quien moriría asesinado poco después. En esta canción, compuesta antes de este asesinato, Víctor refleja esta masacre, y manifiesta su más firme repudio a este ministro. Cuando Víctor estaba presentando esta canción en un concierto por primera vez, la parte del público que se encontraba más alejada del escenario (compuesta por personas ultraconservadoras) intentó linchar a Víctor, pero no lo lograron por dos razones: la primera, que los que estaban más cerca del escenario hicieron una muralla humana para evitar que a Víctor le pasara algo, y la segunda, que Víctor salió urgentemente del lugar.

-Luchín

Esta canción está inspirada en una persona que existe en la vida real. Víctor era amigo de Eugenia “Quena” Arrieta, quien adoptó a un niño llamado Luis Iribarren, un niño que vivía en un poblado marginal (o, como dicen en Chile, “población callampa”). Su historia le sirvió para mostrar un ambiente paupérrimo, componiendo una canción que hablaba de las condiciones en las que Luchín (diminutivo de Luis, que en España sería “Luisito”) vivía con su familia biológica.



Luis Iribarren (Luchín)


-El Aparecido

Este tema es un homenaje al guerrillero Ernesto “Che” Guevara, compuesto después de su muerte en la sierra boliviana. Fue versionado por, entre otros, los grupos Inti-Illimani y Quilapayún.

-El Derecho de Vivir en Paz

En El Derecho de Vivir en Paz, Víctor releja el horror que generó la Guerra de Vietnam. En la grabación de la misma fue acompañado por el grupo de rock Los Blops.

Víctor Jara en el cine y la televisión

La vida y obra de Víctor Jara han sido motivo de numerosos proyectos audiovisuales. El primero de todos estos fue el documental “El Tigre Saltó y Mató…Pero Morirá, Morirá”. En 1975, su viuda fue la conductora del documental británico “Compañero: Víctor Jara of Chile” (1975), al que siguió pocos años después el filme “El Cantor”, en el que el cantante y actor americano Dean Reed (amigo de Víctor) narraba sus últimos días de vida.  En 2003, coincidiendo con el 30 aniversario de su muerte, Warner Music Chile lanzó una antología que incluía dos cd’s con sus más grandes éxitos y un dvd que incluye el documental “El Derecho de Vivir en Paz”. Y Netflix, gigante del streaming tampoco se quedó atrás: en la serie Remastered (dedicada a cantantes muertos) le dedicó un capítulo que tituló “Masacre en el Estadio”, donde el mencionado Pedro Barrientos se retrata a sí mismo.

Víctor Jara en España

En nuestro país, la obra de Víctor Jara ha tenido un camino, cuanto menos, curioso. Aquí debemos el conocimiento de la misma no solo probablemente a la labor de Joan Turner, sino a la del presidente de Dicap y a la discográfica española Movieplay.

En 1974, el periodista musical Antonio Gómez tenía un cargo en el sello discográfico Gong, dependiente de la discográfica antes mentada. Después de haber mantenido conversaciones con Quilapayún, Antonio fue contactado por Alejandro Caloguerea, quien dirigía Dicap desde París. Rápidamente llegaron a un acuerdo para lanzar en España el catálogo de esta compañía, y pronto les llegaron las primeras copias con las que pudieron publicar discos (recordemos que los masters originales de los discos publicados por Dicap fueron destruidos).


De izqda a dcha Rodolfo Parada (entonces miembro de Quilapayun), Antonio Gómez y Carmen Saavedra. 


No obstante, España todavía estaba en dictadura, y eso trajo consecuencias. Cuando Movieplay quisieron lanzar los discos Pongo en tus Manos Abiertas y El Derecho de Vivir en Paz, se encontraron con que parte de las canciones de los dos discos no lograron pasar la férrea censura gubernamental, con lo que no podían lanzarlos. Ante esta situación, esta empresa reaccionó tomando todas aquellas canciones de dichos álbumes que hubiesen pasado la censura y publicándolas en un álbum discográfico llamado “Te Recuerdo Amanda”. Un tiempo después, cuando la censura gubernamental desapareció, las canciones de ambos discos que no pudieron ser publicadas inicialmente se lanzaron bajo el título “El Derecho de Vivir en Paz”, y el resto de canciones de Víctor que no habían pasado la censura se publicaron bajo el título de “Selección”.

Reflexiones

No se puede entender la cultura chilena sin mencionar a Víctor Jara o a Violeta Parra, pero tampoco se puede entender el mundo de la canción de autor en general sin estos. Si la Junta Militar Chilena pretendió “quitarse de en medio un problema” acabando con la vida de Víctor, lograron justo lo contrario. La muerte de Víctor Jara pesa sobre los militares chilenos como una losa que no se podrán quitar de encima jamás. Si querían acabar con su legado, provocaron lo contrario. El asesinato de Víctor ha quedado para la posterioridad como un símbolo inequívoco de los horrores del gobierno de Pinochet. Su mensaje está más vivo que nunca, y su recuerdo aún más. Es lo que sucede cuando asesinas a una persona de una categoría humana y artística tan apabullante como la de Víctor, esa persona se convierte en leyenda y tú quedas como lo que eres. Víctor murió hace cincuenta años, pero vive y vivirá por siempre en el corazón de millones de personas, entre las cuales se encuentra el autor de este artículo.

Tommy Agudo. 

martes, 12 de septiembre de 2023

EL CUCO

La directora Mar Targarona va a estrenar dentro de un tiempo una novedad fílmica, El Cuco, de la mano de Filmax. 

Esta película, protagonizada por Belén Cuesta y Jorge Suquet, cuenta la historia de una pareja joven que no pasa por un buen momento en su relación. Para que su relación mejore deciden intercambiar su casa con un matrimonio alemán cuyas apariencias engañan profundamente, dado que sus intenciones reales no son, en absoluto, las que en un principio parecen. 







Este filme, que se engloba dentro del género del misterio, tiene una fotografía donde predominan los colores fríos, es decir, los azules y los blancos. Tiene un ritmo pausado, y sus protagonistas son de lo más expresivos. 

SaBer y Ocio hemos tenido el placer de conversar con ambos, así como con la directora de este filme.

SYO: La película se puede ambientar perfectamente en el género del misterio. ¿Ha supuesto para vosotros alguna dificultad abordar vuestros personajes?


JS: Muchas, pero principalmente técnicas yo creo. Sin desvelar mucho todo el recorrido que hace el personaje, todo el arco que maneja y su transformación (por así decirlo) tenía que estar muy milimetrada, muy calculada por todos los departamentos, ya no solo entre Mar, Belén y yo, sino con script, vestuario, maquillaje...tenían que estar muy atentos a qué momento estábamos contando, cómo lo queríamos contar y de dónde venía, porque había una cronología que no nos podíamos saltar, tanto física como interna. Eso ha sido un reto inmenso por mi parte, y luego un código que queríamos contar y que Mar quería contar concretamente, sin caer en la inicial oscuridad.

MT: Es que no hemos rodado cronológicamente, sino que hemos rodado como un puzzle (esta piececita, ahora esta piececita, luego todo tiene que encajar). Y luego, (saliéndonos un poco de lo que son estas historias típicas, pues en lugar de la casa super oscura, siniestra, de madera, que pisas y empieza a hacer crack, crack, crack) pues nos fuimos a una casa luminosa. Queríamos que la luz fuese luminosa, no queríamos una luz de thriller tétrico de entrada, sino que la gente lo fuera asumiendo poco a poco. El problema era colocar las piezas bien puestas, en su sitio, y que luego encajaran todas, y, sobre todo, para ellos (esto no lo hace ninguna script) el raccord emocional era muy difícil porque pasábamos de situaciones amorosas a situaciones nosequé,  ahora estás más aquí. Fue un trabajo de ellos muy meticuloso.



De izquierda a derecha Jorge Suquet, Mar Targarona y Belén Cuesta. 


BC: está muy bien capitaneado, pero la cosa más compleja es lo que han dicho, por cómo fue el rodaje. Es verdad que, en mi caso, había una cosa física de una prótesis que me pusieron, que cada día que se ponían eran como cinco horas de estar de pie. El equipo que lo hizo, un equipo maravilloso, finísimo y eso ayuda en la construcción del personaje. Sí que fue complicado en ese sentido, pero luego creo que todo fue fluyendo también muy bien, así lo he recordado. 


SYO: En un momento dado se ven cómo las paredes de la casa, en el fondo pueden ser un poco opresivas. ¿Creéis que eso ha determinado un poco, que les ha influido esa opresión que pueden ser las cuatro paredes de una casa y que estén todo el rato tan juntos?

JS: Sí, incluso las propias paredes de la relación. Y una pared que se ha puesto en medio de los dos y que no les deja ver, sobre todo a él, todo lo bueno que tiene. Siempre está mirando fuera, quiere algo más porque hay mucho estímulo hoy en día con muchas cosas que parecen mucho mejores que lo que tienes. Además, en concreto, es lo que le despista, y creo que es lo que ha hecho que se construya una pared además de las cuatro paredes de la casa, hay otra entre él y Ana. Pero las otras paredes también te pueden proteger en el caso de Marc, en el caso de Ana va por otro lado. 

BC: Sí, pero al final la casa es con quien tú convives, más allá de las cuatro paredes, y sí, pasa eso,  llegan a un punto en el que se conocen tanto, tanto, tanto que ya ni se conocen. Ha pasado algo y están en ese momento, como casi todas las parejas pasan. Y sí, claro, hay un deterioro pero también es como dice Jorge, parece que todo está mal y uno tiene que fijarse en los cimientos para decir "mira, no, estoy que se ha construido hay que cuidarlo".

JS: tu casa está dentro, pero es verdad que tienes que estar abierto a los cambios. Mira lo que ha pasado en Marruecos. La casa se te derrumba, y tú tienes que estar de alguna manera preparado para afrontar ese cambio. Hablo de querer conservar algo aunque no funcione. Yo creo que, lo que les pasa, es que hay algo interno que no lo tienen trabajado, en el caso de Marc, y que se les planta encima con un supuesto parche que es una responsabilidad muy grande que es la paternidad, la formación de una familia, cómo eso mueve los cimientos de una pareja cuando está bien atada. 


Ficha Técnica

Título original: El Cuco

Año: 2023

País: España

Directora: Mar Targarona

Guión: Alfred Pérez Fargas y Roger Danés

Música: Diego Navarro

Fotografía: Rafa Lluch

Compañías: Rodar y Rodar, Barry Films. 



lunes, 4 de septiembre de 2023

CHILE: EL PAÍS DEL COBRE

INTRODUCCIÓN

América del Sur es un subcontinente de una enorme riqueza cultural, material y humana. Aunque casi todos sus países están en un estado económico deplorable, poseen una serie de "tesoros" por los cuales es recomendable conocerlos un poco más a fondo. Uno de estos tesoros es el cobre, y vamos a hablar de un país que es el primer productor de este mineral a nivel mundial: Chile. 

HISTORIA

Los vestigios de los primeros pobladores de Chile datan de hace 33.000 años. Esto quiere decir que la teoría de Clovis (según la cual los primeros pobladores americanos eran, en realidad asiáticos que llegaron a América atravesando el estrecho de Behring hace 11.500 años) es errónea.

Chile fue conquistado en 1540. En aquellos momentos, los dominios de la corona española se extendían desde el sur de Chile hasta lo que es actualmente el sur de Estados Unidos.

Pese a que los conquistadores eran inferiores en número, estos contaban, por desgracia, con una “ventaja”: las enfermedades infecciosas, contra las cuales los nativos no estaban protegidos. Estas enfermedades, sin embargo, no impidieron a los súbditos de la corona española adentrarse en el norte de Chile allá por 1535, habiendo cruzado la gélida cordillera de los andes.

Aunque esta última expedición fracasó (fue la de Diego de Almagro), allanó el terreno a la de Pedro de Valdivia, quien llegó al Valle del Mapocho en 1541 y sometió a los indígenas de la zona. Poco después fundó Santiago de Chile, muriendo de manos de los araucanos en 1553.



Pedro de Valdivia


Los pueblos indígenas opusieron una feroz resistencia a los españoles, con la ayuda inestimable de caballos montaraces. Aunque la corona se oponía, Valdivia recompensó a sus correligionarios con terrenos que llegaron a ser latifundios en los años sesenta.

Debido a las epidemias y la esclavitud, en poco tiempo la población mestiza (hijos de españoles e indígenas) superó a la población completamente indígena.

En aquellos tiempos, Chile era parte del llamado virreinato del Perú; no obstante, se desarrolló sin contacto apenas con este territorio, por lo cual forjó unas características muy diferenciadas respecto del país andino. 

Los criollos (es decir, los hijos de los europeos) empezaron a vivir en haciendas. Estos, que eran la clase social dominante en la época, querían detentar el poder. En esa época, multitud de procesos independentistas estaban teniendo lugar por casi toda América Latina, procesos liderados fundamentalmente por dos militares: José de San Martín en los países andinos y Simón Bolívar en Venezuela y Colombia.

Mientras Simón Bolívar penetró en Perú desde Venezuela, José de San Martín nombró subgeneral en jefe de sus fuerzas en Chile a O Higgins. De San Martín penetró en Chile por los Andes, tomó Santiago y llegó por barco hasta Lima.



Bernardo O'Higgins



O’Higgins devino en mandatario supremo de la república chilena. Este último ayudó a expulsar a los españoles de Perú con barcos que había quitado a estos últimos, así como otros barcos comprados a Estados Unidos e Inglaterra. Fruto de esta venta de barcos, un escocés, Thomas Cochrane, fundó la marina chilena.

Los Primeros Años de la República

En aquél entonces, Chile era solo una parte de lo que es hoy. Tenía unas fronteras poco definidas con Bolivia y Argentina. También tenían problemas con los mapuches (problemas que persisten hoy en día), contra quienes los blancos sostuvieron feroces enfrentamientos.

Pese a que la situación económica fue estable, una serie de medidas a las que se oponía la oligarquía hizo que el descontento con O’Higgins creciese, con lo que este fue obligado a dimitir en 1823, año en el que se exilió en Perú.

El país estuvo en una dictadura liderada por Diego Portales hasta que, tras una insurrección popular, fue derrocado en 1837. A finales del siglo XIX, las fronteras chilenas experimentaron un fuerte cambio: perdió parte de la Patagonia chilena, incorporó el territorio mapuche y se anexionó la Isla de Pascua.



Diego Portales


En 1879, el coronel Stoyomayor ocupó Antofagasta, por lo que Bolivia (país al que pertenecía esta región) declaró la guerra a Chile. Perú intentó mediar entre Chile y Bolivia dando a conocer el tratado secreto de 1873 que Bolivia y Perú suscribieron, y Chile respondió declarándoles la guerra. Esta guerra terminó en la teoría a finales de 1883 con la firma del tratado de Ancón, pero los chilenos no se retiraron de Lima hasta 1884, año en el que firmaron la paz con Bolivia. Desde entonces, la ciudad de Arica (que antaño había sido peruana) y la región de Antofagasta (que antaño fue boliviana) pertenecen a Chile. Este es un triste episodio histórico, no solo por la barbarie de cualquier guerra, sino porque ha dejado heridas que todavía perduran. 

La economía también cambió. Los latifundistas fueron desafiados por los trabajadores y por los nuevos ricos, propietarios de las emergentes minas que, con el tiempo, han caracterizado al país. En esa misma época, el presidente Jose Manuel Balmaceda intentó reducir las diferencias entre ricos y pobres, pero fue derrocado años más tarde (guerra civil mediante) por el general Jorge Montt. Finalmente, Balmaceda se suicidó.

El turbulento siglo XX

Como consecuencia de la construcción del Canal de Panamá, la ruta del Cabo de Hornos y los puertos chilenos se quedaron obsoletos. Además, nuevos fertilizantes derivados del petróleo sustituyeron a un mineral muy abundante en Chile y del cual este país era fuertemente dependiente: el salitre.

En 1907, las condiciones de vida de la mayoría de la población eran, cuanto menos, precarias, como lo demuestra el siguiente hecho. Debido a un fuerte empeoramiento de sus condiciones económicas, un grupo de mineros que trabajan en la ciudad de Iquique (sita en la provincia de Tarapacá, al norte de Chile) iniciaron una huelga, para lo cual se encerraron en una escuela de dicha ciudad conocida como “Escuela Santa María”. Finalmente, todos los mineros que se encerraron en dicha escuela murieron masacrados por las autoridades chilenas. Este hecho fue reflejado por el grupo chileno Quilapayún en una cantata que escribió y compuso para ellos el músico chileno Luis Advis, la Cantata Santa María de Iquique.



Escuela Santa María, Iquique, Chile


En los años treinta, Chile fue gobernado por una coalición de partidos llamada Frente Popular, cuyo ministro de salud fue el futuro presidente Salvador Allende Gossens. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, las presiones de Estados Unidos hicieron que el entonces presidente Gabriel González Videla implementase la llamada Ley de Defensa de la Democracia (conocida como Ley Maldita), cuyo objetivo era ilegalizar al Partido Comunista Chileno.

En 1964 ganó las elecciones Eduardo Frei Montalva, quien inició un amplio proyecto económico y social llamado “Revolución en Libertad”. Entre sus iniciativas políticas destacaron la nacionalización del cobre (mineral del cual Chile es el primer productor mundial, y que hasta entonces estaba en manos de empresas americanas como la Anaconda Copper Mining Company) y la reforma agraria. Pese a su carácter social, estas medidas no contentaron ni a sus partidarios ni a sus detractores, y eso significó el final de su gobierno. Podríamos decir, además, que durante el régimen de Frei, el cobre no era “totalmente chileno”: en realidad, compró un porcentaje de acciones de las empresas mineras que operaban en Chile. Quien sí inició la total nacionalización del cobre fue el mencionado Salvador Allende, de quien hablaremos ahora.


Eduardo Frei Montalva


Los años setenta

Esta década se caracterizó por la agitación política. En 1970 fue elegido presidente Salvador Allende (popularmente conocido como Don Chicho), que lideraba una coalición de partidos de izquierda llamada “Unidad Popular”. Este gobierno inició una serie de profundas reformas sociales y políticas de las que los sectores socioeconómicos más poderosos estaban en contra, por considerar que atentaban fuertemente contra sus intereses. El grado de polarización de la ciudadanía fue tan alto como lo fueron los privilegios sociales y económicos de quienes antaño había detentado el poder, aquellos quienes iniciaron un acaparamiento de bienes y alimentos cuya víctima privilegiada fue el sector más desfavorecido de la ciudadanía.




Salvador Allende


El día 11 de septiembre de 1973, con el patrocinio y ayuda de la CIA, el Gobierno de Nixon y la armada estadounidense, el general Augusto Pinochet Ugarte dio un golpe de estado contra el presidente Salvador Allende, quien prefirió suicidarse a entregar el poder a las tropas golpistas.

Tras este día se sucedieron toda serie de violaciones de los derechos humanos, entre ellas el asesinato del cantautor Víctor Jara y el periodista norteamericano Charles Horman, cuyo caso fue relatado en el célebre y polémico film de Costa Gavras “Desaparecido”, protagonizado por Sissy Spacek y Jack Lemmon. Los partidos políticos (salvo el Partido Demócrata Cristiano) suspendieron sus actividades o fueron ilegalizados, del mismo modo que lo fueron los sindicatos. Los discos grabados por los artistas que apoyaron a la Unidad Popular fueron prohibidos, siendo destruidos sus cintas máster en muchos casos.



Augusto Pinochet


Un sinfín de violaciones de derechos humanos perpetradas por funcionarios del estado y militares chilenos provocaron que, en 1977, Chile tuviese el dudoso honor de ser denunciado ante la ONU, mientras el gobierno chileno cometía terrorismo de estado dentro y fuera del territorio nacional (hay que mencionar los asesinatos de Bernardo Leighton en Roma y de Orlando Letelier y la ciudadana americana Ronny Moffit en Estados Unidos).

En 1980 el gobierno chileno promulgó una constitución establecida en un referéndum caracterizado por las coacciones y las amenazas. Pero la alegría no le duró demasiado a Pinochet. En 1988 este convocó un plebiscito para que los ciudadanos chilenos decidieran si Pinochet debía seguir en el poder (opción SÍ) o si, por el contrario, debía de convocar elecciones libres (opción NO). Creía el dictador que iba a ganar, pero la franja política del NO poseía dos elementos a su favor: una campaña publicitaria extraordinaria y conmovedora que acuñó el eslogan “Vamos a decir que NO” y un firmísimo y desinteresado apoyo internacional que contó con el apoyo de personalidades como Robert Blake (el intérprete del detective Ray Baretta), Christopher Lee, Richard Dreyfuss, Jane Fonda y los españoles Paloma San Basilio, Sara Montiel y Joan Manuel Serrat. Esta campaña hizo que Pinochet perdiese el plebiscito (ajo y agua, como se dice popularmente) y convocase unas elecciones que perdería, y que serían ganadas por el democristiano Patricio Aylwin.




Patricio Aylwin


En 1996, gracias a la constitución que él mismo promulgó (y que todavía sigue vigente) se retiró del ejército y pasó a ocupar el cargo de senador vitalicio. Dos años más tarde, en 1998, el juez español Baltasar Garzón dictó una orden de arresto internacional que culminó con la detención de Pinochet mientras pasaba unas vacaciones en Londres (se siente). Garzón había pedido la extradición de Pinochet, la cual, desgraciadamente, nunca se concretó. Pinochet, el anciano asesino, murió en su cama.

En 2006, Chile fue noticia por el triunfo electoral de la candidata por el Partido Socialista, Michelle Bachelet. Ella fue la primera mujer presidenta en la historia de Chile, ejerciendo su mandato de 2006 a 2020 y de 2014 y 2018.

Entretanto, en 2010 ganó las elecciones Sebastián Piñera. Su gobierno se caracterizó por la brutal represión de las protestas populares. En esa época tuvo lugar un suceso de angustiosas consecuencias: un derrumbe en una mina del norte chileno dejó atrapados bajo tierra a 33 mineros. Ello trajo a muchos el recuerdo de otra catástrofe ocurrida a principios de los años setenta, conocida como “el accidente aéreo de los Andes”, en la que muchos miembros de un equipo uruguayo de rugby perdieron la vida al estrellarse su avión en dicha cordillera. Por suerte, en esta ocasión no hubo ninguna víctima mortal y los 33 mineros lograron sobrevivir a esta tragedia. Pudo más la determinación que la muerte.

Hoy, Chile está gobernado por Gabriel Boric Font, un presidente que ha tenido la enorme valentía de reconocer que tiene un trastorno obsesivo compulsivo, hecho por el cual desde SaBer y Ocio le felicitamos efusivamente.

 


Gabriel Boric Font


GASTRONOMÍA

Chile tiene 14 tipos de cocinas: la del norte grande; norte chico; urbana de calles; urbana de restaurantes; urbana casera; campesina huasa; costera; de fiesta; sureña centroeuropea; indígena mapuche; chilota; patagónica; chilena de ultramar y alta cocina chilena.

En general, la cocina chilena se caracteriza por la fusión de dos influencias culinarias: la española y la indígena. Los platos chilenos más populares que podemos encontrar son el curanto y las empanadas.


Las Exquisitas empanadas chilenas son un auténtico manjar


El curanto es, por así decirlo, una especie de “cocido” que incluye milcao (pan de patata en el que se mezclan patatas asadas con patatas cocidas), cebolla, pimentón rojo, pollo, costillas de cerdo, longanizas, repollo, mariscos y patatas. Por su parte, las empanadas chilenas llevan huevo cocido, aceituna negra, pasas y carne de ternera, carne de cerdo o pollo.

NACIONES CHILENAS

En Chile existen varias naciones o pueblos indígenas, en distintos territorios.

-Mapuches

Existen tanto en Chile como en Argentina. En Chile habitan la parte sur de este país, que se caracteriza por un clima suave y húmedo. También reciben el nombre de “araucanos”.

-Kaweskar

Al igual que los mapuches, existen tanto en Chile como en Argentina. Los kaweskar chilenos viven generalmente en la zona austral de Chile, sobre todo en las ciudades de Puerto Natales y Punta Arenas, así como en el Puerto del Edén.

-Diaguita

Se encuentran tanto en el noroeste de Argentina como en el Norte Chico de Chile. Antaño hablaban un idioma extinto, el cacán, y actualmente hablan español (en Chile) y quechua (en Santiago del Estero).

-Atacameños

También conocidos como Licanantay, habitan el norte de Chile, el noroeste de Argentina y el suroeste de Bolivia. Antaño hablaban un idioma extinto llamado “kunza”, hablando español en la actualidad.

-Quechuas

Esta nación indígena habita en todos los territorios que comprendieron el Imperio Inca. La lengua materna de los indígenas quechuas es el quechua, pero también suelen hablar español. En Chile pueblan los mismos territorios que los aymaras.

-Rapanui

Los Rapa Nui habitan un territorio que forma parte de la Polinesia, que no es otro que la Isla de Pascua, que geográficamente se encuentra entre Oceanía y el Atlántico. Tienen su origen en una de las etnias maoríes que habitaban la polinesia. El término Rapa Nui significa Papá Grande.

-Colla

No solamente habitan parte de Bolivia, sino también la región de Atacama en Chile, así como Jujuy y Salta (principalmente) en Argentina.

-Chango

Habitan el litoral norte (de Arica al río Loa), el litoral central (desde el río Loa hasta Antofagasta) y el litoral sur (desde Antofagasta hasta el río Copiapó). Se dedicaban principalmente a la pesca.

-Yagán

Residen en el Cabo de Hornos y en la Tierra de Fuego, tanto en territorio chileno como en territorio argentino, con comunidades en Punta Arenas, Ushuaia y Puerto Williams.

-Selknam

Aunque se creían extinguidos, afortunadamente siguen existiendo. En el pasado habitaban Tierra de Fuego (que está al sur de Chile), pero en la actualidad no pueblan este territorio, constatándose la existencia de miembros del pueblo selknam en el norte.

 

RELIEVE Y MATERIAS PRIMAS

Chile tiene una vasta riqueza en cuanto a relieve y materias primas. Si bien el sur de caracteriza por unas temperaturas suaves y abundancia de montañas, el norte es un territorio árido y caluroso. Chile tiene además abundantes materias primas, de entre las cuales podemos destacar el salitre y el cobre, mineral del cual Chile es el primer productor a nivel mundial, y el cual fue nacionalizado en 1971.

ARTE CHILENO

Si en algo han destacados las artes chilenas ha sido en la música y en las letras. Chile ha dado al mundo a algunos de los escritores y poetas más importantes en habla española: el premio nobel Pablo Neruda (pseudónimo de Ricardo Neftalí Reyes Basoalto), Nicanor Parra, Baldomero Lillo, Patricio Manns (también cantautor), Ariel Dorfman, Gabriela Mistral, y, cómo no, la artista más importante de la historia de América Latina: Violeta Parra. Pero es en el aspecto musical donde este país destaca con mayor profundidad.



Pablo Neruda



Si se habla de la música chilena, igual que hemos hablado de Violeta Parra (quien era una artista auténticamente polifacética), no podemos dejar pasar a aquél hombre maravilloso que fue el cantautor Víctor Jara, de quien hablaremos en un próximo artículo. También podemos citar a grupos y solistas como Quilapayun, Inti-Illimani, Illapu, Congreso, Sol y Lluvia, Arak Pacha, Los Curacas, Los Jaivas, Camila Moreno, Manuel García, Pascuala Ilabaca, Barroco Andino, Florcita Motuda, Chancho en Piedra, Los Petinellis, Aparcoa y Preludio, entre otros.



Quilapayun


Así es Chile. Un país multicultural donde tradición, renovación y diversidad se dan la mano. Un país por el que el viento de los siglos sopla sin detenerse en los aires viejos.