INTRODUCCIÓN
España
rezuma lugares con encanto donde una historia fascinante, unos paisajes de
ensueño y una gastronomía única se funden para formar un todo que alimenta el
espíritu de propios y ajenos. Uno de estos lugares está situado en la cornisa cantábrica,
y es la comunidad autónoma de Cantabria.
SITUACIÓN
RELIEVE Y CLIMA
A nivel de
relieve, Cantabria se divide en tres zonas distintas: la marina, la montaña y,
por último, el Campoo y los valles del sur.
La marina
comprende un tercio del territorio cántabro, y constituye la parte costera de
la región. Es la zona de Cantabria con más población, con un clima más suave y
con un mayor nivel de desarrollo industrial. Tiene sus límites en la llamada
Sierra del Escudo de Cabuérniga, en la cual el relieve escarpado de la montaña
da paso a un relieve mucho más plano, propio de la costa.
HISTORIA
Se cree que
Cantabria está habitada desde finales del paleolítico inferior, concretamente
desde hace 130.000 años antes del presente. En ese entonces, sus habitantes
poblaron cuevas como las de El Castillo (en Puente Viesgo), y “campamentos” al
aire libre como el de La Verde (en Camargo) o El Hondal (en Polanco).
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Cueva de El Castillo |
Se considera
que los cántabros, como pueblo diferenciado del resto, nacieron en la Edad del
Hierro, es decir, a finales del siglo VIII A.C. La primera vez que se mencionó
a este pueblo fue en la obra “Río Ebro”, texto escrito por el político, militar
y escrito romano Marco Porcio Catón.
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Catón |
Aunque se
sabe muy poco de las características de los cántabros de aquella época, al
parecer eran fundamentalmente ganaderos. Hay que decir, además, que durante el
Imperio Romano Cantabria comprendía mucho más territorio que la actual
comunidad autónoma.
Como ha
hemos dicho, Cantabria formó parte del Imperio Romano. No obstante, su
permanencia en el Imperio Romano se caracterizó por una violencia que no
terminó hasta el siglo XIX A.C, cuando los romanos lograron someter al pueblo
cántabro.
Llegaron los romanos
Tras la
conquista romana, Cantabria pasó a formar parte de la provincia de Tarraco, más
concretamente de una división administrativa con capital en la actual Burgos.
En el siglo
III D.C., Cantabria pasó a formar parte de la Gallaecia, región que se separó
de la Tarraconense. Ya en aquella época había puertos marítimos en los
territorios que hoy comprenden los municipios de Santander, Suances y San
Vicente de la Barquera, ya había asentamientos en los territorios de los
actuales municipios de Santoña, Ajo (Bareyo), Helechas, Marina de Cudeyo,
Camargo o Comillas, entre otros.
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Santoña
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Por aquella
época, en Cantabria se explotaron, sobre todo, el plomo, el zinc y el hierro. La
presencia romana en Cantabria se acabó en el pasado siglo V.
Después de
padecer la dominación romana, Cantabria perteneció a los visigodos. El devenir
político y militar de Cantabria es un misterio, aunque algunas fuentes
especulan con que pudo haber sido gobernada por vándalos, suevos, visigodos y
alanos. No obstante, según parece el primer pueblo en dominar Cantabria fueron
los visigodos, quienes inicialmente fueron serviles con los romanos para
después adoptar una actitud más independiente en términos políticos.
A finales de
la década de los 70 del siglo VI, el rey Leovigildo toma la provincia de
Cantabria como resultado del conflicto bélico que unió toda España bajo poder
visigodo. Durante el reinado de Sisebuto queda incluida en el Reino de Toledo.
En esos tiempos, Cantabria tiene su capital quizás en el pueblo burgalés de
Amaya.
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Sisebuto |
Cabe
mencionar, como curiosidad, que el territorio cántabro de hace siglos no era
exactamente el mismo que el actual, dado que englobaba otros territorios al sur
y al este, llegando incluso a lo que es actualmente La Rioja.
Tras el
inicio de la reconquista en Asturias por parte de Pelayo (hay que tener en
cuenta que gran parte de España estuvo dominada por los árabes), Cantabria se
convirtió en un foco de resistencia contra los dominadores, y, poco tiempo
después, en un reino. Alfonso, yerno de Pelayo, inició la expansión de
Cantabria por el este y el oeste. El nombre de Cantabria desaparece y las
comarcas adoptan el nombre de circunscripciones más pequeñas, quedando ligada
al reino de Asturias, que pasa a llamarse Reino de León al trasladarse su
capital a esta ciudad.
Cantabria en la Edad Moderna
Durante la
Edad Moderna, Cantabria se dividía administrativamente (y, por orden de
importancia), en concejos (que manejaban las áreas de policía, urbanismo,
salubridad, costumbres sociales), las juntas generales (que organizaban
milicias para la defensa de sus territorios) y, por último, los corregimientos
(demarcaciones más pequeñas hechas para controlar el territorio).
La mayoría
de los cántabros vivían sobre todo en pueblos pequeños y aldeas, mientras que
unos pocos habitaban en pueblos como Santillana, Reinosa y Potes. La mayoría de
los cántabros eran campesinos, siendo en menos porcentaje pescadores,
artesanos, comerciantes y otros profesionales. Y muy, muy pocos pertenecían a
la nobleza.
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Potes |
En esa
época, el inicio de actividad de algunas fábricas trajo consigo la inmigración
de ingenieros procedentes del Flandes español, que inicialmente fueron
rechazados por cuestiones étnicas. Hoy, los descendientes de estos ingenieros
llevan apellidos como Uslé, Cubría, Otí, Lombó, etcétera.
Con el siglo
XX llegan las convulsiones políticas, no solo a Cantabria, sino a toda España.
En 1936, la división política de la población era muy clara: mientras en las
zonas rurales los cántabros votaron mayoritariamente a la derecha, en Santander
y en otras zonas industrializadas los cántabros votaron al Frente Popular. En
esos momentos la violencia política estaba a la orden del día.
Para
sorpresa de muchos, en los primeros momentos de la Guerra Civil Cantabria
resistió a las tropas sublevadas exitosamente, dado que, si bien la población
rural cántabra era mayoritariamente adepta a los sublevados, las vacilaciones
del general Pérez García-Argüelles y las acciones decisivas del Frente Popular
y de algunos militares leales al gobierno inclinaron la balanza a favor de la
República no solamente en Cantabria, sino en parte de Palencia y Burgos, todo
ello en cuestión de días.
Esta
situación duró hasta el 14 de agosto de 1937, cuando los sublevados derrotaron
a los republicanos en torno a Aguilar de Campóo y Soncillo. Mientras en el
bando republicano las deserciones y pasos al otro bando eran una constante. Por
otra parte, un grupo de batallones se rebelaron contra el gobierno y pactaron
una rendición con los llamados “nacionales”.
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Aguilar de Campóo |
El final de
la dictadura y los cambios políticos propiciaron que surgiera un movimiento a
favor de la autonomía de Cantabria, cuyo estatuto autonómico se aprobó en 1981.
Se aprobó sobre el territorio que comprendía lo que antes fue la provincia de
Santander.
GASTRONOMÍA
Las Rabas
Las rabas es
el nombre que reciben en Cantabria los calamares a la romana. Se trata de
calamares rebozados, que, por lo tanto, son crujientes por fuera y tiernos por
dentro.
Cocido Montañés y Cocido Lebaniego
Estos dos
tipos de cocidos son muy típicos de Cantabria. El primero es tradicional del
Valle de Cabuérniga, y tiene alubias blancas, berza, costilla adobada, chorizo,
tocino y morcilla.
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Cocido Montañés |
El segundo
es tradicional de la zona de Liébana, y lleva garbanzos de Potes, patata,
cecina, chorizo, tocino y hueso de rodilla. Se sirve como plato único.
Anchoas
Son muy
típicas las de la villa marinera de Santoña, pero también son excelentes las de
Laredo, Colindres y Castro. Se conservan en aceite de oliva.
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Anchoas en aceite
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Colindres |
Marmita de Bonito
También
conocido como sorropotún, es el nombre que recibe en Cantabria el marmitako. Este
es un guiso con patata, cebolla, atún y pimiento. El marmitako está ligado a
las fiestas de algunas localidades cántabras, como la fiesta de la marmita en Castro
Urdiales o las fiestas de “El Mozucu” en San Vicente de la Barquera.
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Marmita de Bonito |
Los Pescados
Lógicamente
(dado que Cantabria está inmersa en la cornisa cantábrica, franja costera de
España bañada por el Mar Cantábrico), Cantabria es muy rica en pescados.
Destacan los bocartes a la cazuela, el rodaballo, los mangos encebollados y la
merluza en salsa verde.
Las Carnes
En Cantabria
es muy tradicional la carne de ternera, así como la de jabalí, cordero, ciervo,
y, cómo no, cordero lechal (al que allí llaman “lechazo”).
Clima de Cantabria
El clima
cántabro es muy suave, aunque no abunden las precipitaciones (en contra de lo
que se supone por los tópicos). Cantabria no tiene estación seca, y su clima,
como el de casi todo Europa Occidental, es oceánico.
La parte más
fría de Cantabria corresponde a Santander y toda la franja costera, aunque los
valles interiores también son fríos. En estos últimos suele nevar durante el
invierno. El otoño suele comenzar con días de bonanza térmica para pasar
bruscamente después a un clima poco deseable, lleno de bajas temperaturas,
viento y lluvias.
CUEVAS DE ALTAMIRA
Las cuevas
de Altamira son un enclave natural en roca que conserva restos pictóricos de la
prehistoria. Fueron descubiertas en 1868 por Modesto Cubillas, y ha sido declarada
Patrimonio Mundial por la UNESCO. Su influencia ha sido tal que, en 2016, el director
de cine Hugh Hudson rodó una película llamada “Altamira”, que narra cómo fue
descubierta y los problemas iniciales que hubo para que fuese aceptada por algunas
personas.
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Imagen de las Cuevas de Altamira |