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martes, 1 de marzo de 2022

CANTABRIA

INTRODUCCIÓN

España rezuma lugares con encanto donde una historia fascinante, unos paisajes de ensueño y una gastronomía única se funden para formar un todo que alimenta el espíritu de propios y ajenos. Uno de estos lugares está situado en la cornisa cantábrica, y es la comunidad autónoma de Cantabria.

SITUACIÓN

RELIEVE Y CLIMA

A nivel de relieve, Cantabria se divide en tres zonas distintas: la marina, la montaña y, por último, el Campoo y los valles del sur.

La marina comprende un tercio del territorio cántabro, y constituye la parte costera de la región. Es la zona de Cantabria con más población, con un clima más suave y con un mayor nivel de desarrollo industrial. Tiene sus límites en la llamada Sierra del Escudo de Cabuérniga, en la cual el relieve escarpado de la montaña da paso a un relieve mucho más plano, propio de la costa. 

HISTORIA

Se cree que Cantabria está habitada desde finales del paleolítico inferior, concretamente desde hace 130.000 años antes del presente. En ese entonces, sus habitantes poblaron cuevas como las de El Castillo (en Puente Viesgo), y “campamentos” al aire libre como el de La Verde (en Camargo) o El Hondal (en Polanco).


Cueva de El Castillo


Se considera que los cántabros, como pueblo diferenciado del resto, nacieron en la Edad del Hierro, es decir, a finales del siglo VIII A.C. La primera vez que se mencionó a este pueblo fue en la obra “Río Ebro”, texto escrito por el político, militar y escrito romano Marco Porcio Catón.


Catón


Aunque se sabe muy poco de las características de los cántabros de aquella época, al parecer eran fundamentalmente ganaderos. Hay que decir, además, que durante el Imperio Romano Cantabria comprendía mucho más territorio que la actual comunidad autónoma.

Como ha hemos dicho, Cantabria formó parte del Imperio Romano. No obstante, su permanencia en el Imperio Romano se caracterizó por una violencia que no terminó hasta el siglo XIX A.C, cuando los romanos lograron someter al pueblo cántabro.

Llegaron los romanos

Tras la conquista romana, Cantabria pasó a formar parte de la provincia de Tarraco, más concretamente de una división administrativa con capital en la actual Burgos.

En el siglo III D.C., Cantabria pasó a formar parte de la Gallaecia, región que se separó de la Tarraconense. Ya en aquella época había puertos marítimos en los territorios que hoy comprenden los municipios de Santander, Suances y San Vicente de la Barquera, ya había asentamientos en los territorios de los actuales municipios de Santoña, Ajo (Bareyo), Helechas, Marina de Cudeyo, Camargo o Comillas, entre otros.


Santoña


Por aquella época, en Cantabria se explotaron, sobre todo, el plomo, el zinc y el hierro. La presencia romana en Cantabria se acabó en el pasado siglo V.

Después de padecer la dominación romana, Cantabria perteneció a los visigodos. El devenir político y militar de Cantabria es un misterio, aunque algunas fuentes especulan con que pudo haber sido gobernada por vándalos, suevos, visigodos y alanos. No obstante, según parece el primer pueblo en dominar Cantabria fueron los visigodos, quienes inicialmente fueron serviles con los romanos para después adoptar una actitud más independiente en términos políticos.

A finales de la década de los 70 del siglo VI, el rey Leovigildo toma la provincia de Cantabria como resultado del conflicto bélico que unió toda España bajo poder visigodo. Durante el reinado de Sisebuto queda incluida en el Reino de Toledo. En esos tiempos, Cantabria tiene su capital quizás en el pueblo burgalés de Amaya.


Sisebuto


Cabe mencionar, como curiosidad, que el territorio cántabro de hace siglos no era exactamente el mismo que el actual, dado que englobaba otros territorios al sur y al este, llegando incluso a lo que es actualmente La Rioja.

Tras el inicio de la reconquista en Asturias por parte de Pelayo (hay que tener en cuenta que gran parte de España estuvo dominada por los árabes), Cantabria se convirtió en un foco de resistencia contra los dominadores, y, poco tiempo después, en un reino. Alfonso, yerno de Pelayo, inició la expansión de Cantabria por el este y el oeste. El nombre de Cantabria desaparece y las comarcas adoptan el nombre de circunscripciones más pequeñas, quedando ligada al reino de Asturias, que pasa a llamarse Reino de León al trasladarse su capital a esta ciudad.

Cantabria en la Edad Moderna

Durante la Edad Moderna, Cantabria se dividía administrativamente (y, por orden de importancia), en concejos (que manejaban las áreas de policía, urbanismo, salubridad, costumbres sociales), las juntas generales (que organizaban milicias para la defensa de sus territorios) y, por último, los corregimientos (demarcaciones más pequeñas hechas para controlar el territorio).

La mayoría de los cántabros vivían sobre todo en pueblos pequeños y aldeas, mientras que unos pocos habitaban en pueblos como Santillana, Reinosa y Potes. La mayoría de los cántabros eran campesinos, siendo en menos porcentaje pescadores, artesanos, comerciantes y otros profesionales. Y muy, muy pocos pertenecían a la nobleza.


Potes


En esa época, el inicio de actividad de algunas fábricas trajo consigo la inmigración de ingenieros procedentes del Flandes español, que inicialmente fueron rechazados por cuestiones étnicas. Hoy, los descendientes de estos ingenieros llevan apellidos como Uslé, Cubría, Otí, Lombó, etcétera.

Con el siglo XX llegan las convulsiones políticas, no solo a Cantabria, sino a toda España. En 1936, la división política de la población era muy clara: mientras en las zonas rurales los cántabros votaron mayoritariamente a la derecha, en Santander y en otras zonas industrializadas los cántabros votaron al Frente Popular. En esos momentos la violencia política estaba a la orden del día.

Para sorpresa de muchos, en los primeros momentos de la Guerra Civil Cantabria resistió a las tropas sublevadas exitosamente, dado que, si bien la población rural cántabra era mayoritariamente adepta a los sublevados, las vacilaciones del general Pérez García-Argüelles y las acciones decisivas del Frente Popular y de algunos militares leales al gobierno inclinaron la balanza a favor de la República no solamente en Cantabria, sino en parte de Palencia y Burgos, todo ello en cuestión de días.

Esta situación duró hasta el 14 de agosto de 1937, cuando los sublevados derrotaron a los republicanos en torno a Aguilar de Campóo y Soncillo. Mientras en el bando republicano las deserciones y pasos al otro bando eran una constante. Por otra parte, un grupo de batallones se rebelaron contra el gobierno y pactaron una rendición con los llamados “nacionales”.


Aguilar de Campóo


El final de la dictadura y los cambios políticos propiciaron que surgiera un movimiento a favor de la autonomía de Cantabria, cuyo estatuto autonómico se aprobó en 1981. Se aprobó sobre el territorio que comprendía lo que antes fue la provincia de Santander.

GASTRONOMÍA

Las Rabas

Las rabas es el nombre que reciben en Cantabria los calamares a la romana. Se trata de calamares rebozados, que, por lo tanto, son crujientes por fuera y tiernos por dentro.




Cocido Montañés y Cocido Lebaniego

Estos dos tipos de cocidos son muy típicos de Cantabria. El primero es tradicional del Valle de Cabuérniga, y tiene alubias blancas, berza, costilla adobada, chorizo, tocino y morcilla.


Cocido Montañés


El segundo es tradicional de la zona de Liébana, y lleva garbanzos de Potes, patata, cecina, chorizo, tocino y hueso de rodilla. Se sirve como plato único.

Anchoas

Son muy típicas las de la villa marinera de Santoña, pero también son excelentes las de Laredo, Colindres y Castro. Se conservan en aceite de oliva.


 



 

Anchoas en aceite



Colindres


Marmita de Bonito

También conocido como sorropotún, es el nombre que recibe en Cantabria el marmitako. Este es un guiso con patata, cebolla, atún y pimiento. El marmitako está ligado a las fiestas de algunas localidades cántabras, como la fiesta de la marmita en Castro Urdiales o las fiestas de “El Mozucu” en San Vicente de la Barquera.


Marmita de Bonito


Los Pescados

Lógicamente (dado que Cantabria está inmersa en la cornisa cantábrica, franja costera de España bañada por el Mar Cantábrico), Cantabria es muy rica en pescados. Destacan los bocartes a la cazuela, el rodaballo, los mangos encebollados y la merluza en salsa verde.

Las Carnes

En Cantabria es muy tradicional la carne de ternera, así como la de jabalí, cordero, ciervo, y, cómo no, cordero lechal (al que allí llaman “lechazo”).

Clima de Cantabria

El clima cántabro es muy suave, aunque no abunden las precipitaciones (en contra de lo que se supone por los tópicos). Cantabria no tiene estación seca, y su clima, como el de casi todo Europa Occidental, es oceánico.

La parte más fría de Cantabria corresponde a Santander y toda la franja costera, aunque los valles interiores también son fríos. En estos últimos suele nevar durante el invierno. El otoño suele comenzar con días de bonanza térmica para pasar bruscamente después a un clima poco deseable, lleno de bajas temperaturas, viento y lluvias.

CUEVAS DE ALTAMIRA

Las cuevas de Altamira son un enclave natural en roca que conserva restos pictóricos de la prehistoria. Fueron descubiertas en 1868 por Modesto Cubillas, y ha sido declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Su influencia ha sido tal que, en 2016, el director de cine Hugh Hudson rodó una película llamada “Altamira”, que narra cómo fue descubierta y los problemas iniciales que hubo para que fuese aceptada por algunas personas.



Imagen de las Cuevas de Altamira

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