Introducción
Antes del
descubrimiento de América hubo algunos imperios que tuvieron una gran
importancia a todos los niveles. Uno de estos, probablemente el más conocido,
es el Imperio Inca.
Este imperio
comprendía lo que es actualmente Perú, Ecuador, Bolivia, Norte de Chile, Norte
de Argentina y parte de Colombia. Concretamente, sus límites eran el río
Ancasmayo en Colombia y el río Maule en Chile.
Río Maule |
Historia
Algunos
expertos dividen la historia del imperio inca en dos etapas: el legendario
Imperio (años 1.200 a 1.410) y el Imperio Histórico (de 1.438 a 1.532). En
1430, el Imperio Inca se reducía al territorio que comprende el Valle de
Urubamba, situado alrededor de Cuzco (capital del imperio, cuyo nombre –que
viene del quechua “kosqo”- significa “ombligo del mundo”).
Obviamente,
los primeros habitantes de los territorios que comprendieron el Tawantinsuyo
(imperio inca), o lo que es lo mismo, el imperio de las cuatro provincias, no
llegaron a las costas sudamericanas como por arte de magia. Según algunas
teorías, el hombre llegó a América al mismo tiempo que a los otros continentes,
mientras que otras sugieren que los primeros indoamericanos descendieron de
asiáticos que llegaron a las costas sudamericanas atravesando el estrecho de
Behring. No obstante, hay que mencionar que –según el historiador Salvador
Canals Frau- una vez estos territorios empezaron a ser habitados por personas,
los habitantes de estos territorios estaban aislados, lo que quiere decir que
tuvieron que hacer que su cultura evolucionase por sus propios medios.
El imperio
inca fue fundado en el siglo XIII por Ayar Manco (también conocido como Manco
Cápac) y Mama Ocllo, soberanos incas que provenían del Lago Titicaca. Lo
fundaron a petición del Inti, que en la religión inca era el dios del sol (como
veremos más adelante, los incas eran politeístas). A Manco Cápac le siguieron
después Sinchi Roca, Lloque Yupanki, Mayta Cápac y Cápac Yupanoi, quien
conquistó los pueblos de Cuyumarca y Andamarca.
Mama Ocllo y Manco Cápac |
El primer
inca en ubicar militares en las regiones conquistadas fue Hatun Topa. Los
pueblos conquistados se organizaron en la llamada Confederación de los Chancas
e intentaron tomar Cuzco, pero fueron derrotados por Inca Yupanki. Este último,
pese a que el soberano era Inca Urcon, se hizo soberano con el nombre de
Pachacuti.
Pachacuti |
Su sucesor,
Topa Inca, conquistó lo que son actualmente Bolivia (hace siglos conocida como
Alto Perú) y el norte de Argentina y Chile. En 1490, Huayna Cápac conquistó Ecuador
y el sur de Colombia. Este soberano falleció en 1525, y sus hijos Atahualpa y
Huáscar lucharon por la corona en una guerra civil que acabó con la victoria
del primero.
Huayna Capac |
Mientras
tanto, desde España, Francisco Pizarro y sus hombres desembarcaban en las
costas sudamericanas. Pizarro organizó un encuentro con Atahualpa, a quien
después ejecutó. Él y sus hombres continuaron conquistando el Perú, donde
obtuvieron la victoria pese a la resistencia indígena. Así terminó el Imperio
Inca.
Francisco Pizarro |
Religión
Los incas
eran una civilización politeísta, es decir, adoraban a varios dioses. De entre
estos dioses, algunos de los más importantes son Viracocha, el Inti y la
Pachamama.
Viracocha
También
conocido como Wiro Cocha, Huiracocha, Wiracoqca y Weracocha, Viracocha era el
dios incaico más importante. Era considerado por los incas como el dios que
creó todo, incluyendo a los demás dioses que los incas adoraban. Según la
mitología inca, Viracocha creó el mundo y le llevó las artes civilizadas.
Posteriormente dejó a la humanidad al cuidado de sus hijos, pero siempre
vigilando la labor de estos.
Viracocha |
Si a
Viracocha se le conoce por distintos nombres es por una razón que ya hemos
explicado en otro artículo, pero que reiteramos. Los incas eran ágrafos, es
decir, no tenían alfabeto, y cuando los conquistadores llegaron se les atribuyó
una ortografía de manera arbitraria, haciendo uso del oído. Sin embargo, la
forma que acepta la RAE (Real Academia de la Lengua) es Viracocha, por mucho
que sea su forma castellanizada.
Según se
cuenta, Viracocha creó a los humanos a partir de arcilla. No es de extrañar,
por lo tanto, que cuando los poetas ecuatorianos Jaime Valencia, Hugo Alemán,
Jorge Enrique Adoum y Jorge Carrera Andrade vieron en casa del pintor
ecuatoriano Osvaldo Guayasamín un cuadro en el que aparecía un bebé enterrado
en una vasija de barro (hay que mencionar que los incas enterraban a sus
muertos en vasijas) compusieran unas líneas en las que decían “de ti nací y a
tí vuelvo, arcilla, vaso de barro/Con mi muerte vuelvo a ti/A tu polvo
enamorado”. Como curiosidad, con los versos que escribieron estos poetas (entre
estos los citados anteriormente) y la música de Gonzalo Benítez y Luis Alberto
Valencia nació “La Vasija de Barro”, himno no oficial de Ecuador.
El Inti
El Inti era
el Dios del sol, el patrón del Imperio Inca. Generalmente era un dios bondadoso,
pero, según la mitología, cuando se enfadaba era perfectamente capaz de mandar
un eclipse de sol que solamente podía terminar tras la realización de un
sacrificio.
Inti |
Inti estaba
casado con la diosa Mama Quilla, la “madre luna”. Pese a ser uno de los dioses
más importantes, no se le empezó a rendir culto hasta el reinado de Pachacuti
Inca Yupanqui. Este culto fue además impuesto en los pueblos que fueron
sometidos por los incas.
Los templos
dedicados al dios del sol eran el de Coricancha y el de Sacsayhuaman, aunque,
sin duda, uno de los lugares más representativos sin duda es el Machu Picchu.
Hay que
mencionar que la figura más importante de la religión inca era el Gran
Sacerdote del Sol, también conocido como Villac Umu, que lideraba los ritos en
homenaje al Inti auxiliado por sacerdotisas jóvenes y vírgenes, llamadas
Acllas. Como curiosidad era tal la belleza de estas que el compositor peruano
Jorge Bravo de Rueda se inspiró en las mismas para crear la que sería su
composición más célebre, “Vírgenes del Sol”.
Pachamama
Es una diosa
relacionada con la fertilidad y con lo femenino. Su nombre, en castellano,
significa Madre Tierra. En la actualidad el culto a la Pachamama se mezcla con
el cristianismo, dado que a la Pachamama se le vincula (en Bolivia) con la
Virgen de Copacabana en La Paz, la de Urkupiña en Cochabamba y la Virgen del
Socavón en Oruro.
Pachamama |
La Pachamama
es la madre de las colinas (cerros) y del hombre. Puede dar suerte a los
hombres en la caza, así como acabar con las heladas. Suele ser invocada en los
viajes a fin de no quedarse atrás en el camino y no padecer el soroche o mal de
montaña, que se caracteriza por mareos, bajada de presión y dolor de cabeza.
La Pachamama
va acompañada de un perro y un armadillo, animal más conocido en los Andes bajo
el nombre de quirquincho (se trata de un mamífero americano capaz de ocultarse
en su propio caparazón hasta hacerse una especie de bola, caparazón que,
además, hasta hace años se usaba para construir la caja de resonancia de una
pequeña guitarra andina llamada “charango”. Hoy esto sería casi imposible,
porque en muchos países se considera al armadillo como especie protegida) y
petacas llenas de oro y plata.
Su Música
De todas las
expresiones artísticas que caracterizaban al imperio incaico, una de las que
más vigencia tiene en la actualidad es la música de los andes. Esta música,
pese a ser tradicional de todo el imperio inca, en la actualidad se desarrolla
en un gran número de territorios (tanto dentro de América Latina como fuera de
este subcontinente), si bien en los países que formaron el antiguo imperio inca
se ejecuta, sobre todo, en las sierras.
Cuando los
conquistadores llegaron, los únicos instrumentos que se usaban en esta música
(que, por cierto, es pentatónica, es decir, no tiene semitonos) eran la quena
(flauta sin embocadura de pico), el siku o “zampoña” (flauta compuesta de dos
hileras de cañas) y el rondador (flauta de una sola hilera de cañas con intervalos
de tercera y de cuarta entre las notas principales).
Quena |
Sin embargo,
las cosas empezaron a cambiar cuando los conquistadores llevaron los
instrumentos de cuerda, en este caso (por ejemplo) el arpa y la guitarra.
Gracias a eso, los descendientes de los incas adoptaron los instrumentos antes
mencionados, e idearon instrumentos nuevos como el charango (del que ya hemos
hablado antes), el bandolín (tradicional de Ecuador) y el tiple, que incluyo en
este epígrafe dado que el imperio inca llegó hasta el sur de Colombia, país del
que es tradicional este instrumento.
Durante los
años sesenta, este género musical experimentó un crecimiento espectacular que
tuvo, en líneas generales, dos epicentros: Chile y París.
En el primer
caso, muchos artistas chilenos reivindicaron el macizo musical indígena y le
agregaron textos con los que demostraban un compromiso social y político con la
Unidad Popular (coalición de partidos de izquierdas), y ello llevó a que la
música andina fuera considerada un instrumento perfecto para la difusión de
ideas.
El segundo
de estos epicentros fue Francia, más concretamente París. Ello se debía a dos
razones. La primera de estas era que los franceses habían quedado culturalmente
aislados del resto del mundo durante unos años como consecuencia de la Segunda Guerra
Mundial, y eran muy receptivos a todo lo que llegase de fuera. La segunda razón
fue que, en aquellos tiempos, París podía ser considerada la capital europea de
América Latina (lo más lógico hubiese sido que esta capital hubiese sido alguna
ciudad española, pero las circunstancias políticas lo impidieron), y que la
música incaica y el sonido de sus instrumentos cautivaron a los franceses hasta
tal punto que en el país galo se formaron algunos de los mejores grupos de este
tipo de música (como por ejemplo Los Calchakis, Los Incas, Los Chacos y
Pachacamac).
Los Calchakis |
Hoy en día
la música andina goza de buena salud en los países que formaron el antiguo
imperio inca, pero fuera de estos la realidad es bien distinta, dado que ha
sido desplazada por la música pop, y lo que es peor, por ese género
anti-musical llamado reggaetón.
Templos Incas en el Perú
En el Perú
existen varios templos incas. Algunos de los más importantes son los
siguientes:
Macchu Pichu
Esta
fortaleza incaica fue construida en el siglo XV, y descubierta en 1911 por el
explorador Hiram Bingham. Si bien no se sabe con qué fin fue construida (hay
diversas hipótesis).
El Macchu Picchu en primer plano, y, al fondo, la montaña conocida como Huayna Picchu. |
Machu Picchu
se puede dividir en dos zonas: una eminentemente agraria, y otra de carácter
urbanístico, siendo ambas separadas por un muro. En la zona agrícola hay
diversos andenes aptos para el cultivo de diversos alimentos, mientras que en
la zona más urbanística se encuentra la residencia real, la Pirámide
Intihuatana (donde hay un reloj solar), la Plaza Sagrada (la más importante
zona ceremonial de la ciudadela), el Grupo de las Tres Portadas (formado por
tres portales) y el Grupo del Cóndor (con templos ceremoniales).
Coricancha
Coricancha
(que, en español, significa “recinto dorado”) era el templo del Inti. Aunque
recibía multitud de visitas de todas partes del imperio, en el interior de este
templo solamente podían penetrar las élites de la época.
Los materiales con que está revestido el templo hacen honor a su nombre, dado que sus muros interiores están recubiertos de láminas de oro y plata. Durante el imperio inca, en este templo se podían encontrar además un nutrido número de animales y plantas hechos en oro y plata.
Con
posterioridad al imperio inca, los dominicos iniciaron la construcción del
Templo de Santo Domingo encima de los cimientos de lo que fue el de Coricancha.
A su vez, el templo de Santo Domingo fue posteriormente saqueado, con lo cual
quedó despojado de los minerales preciosos que lo adornaban.
Sacsayhuaman
Se cree que,
al igual que el Machu-Picchu data del siglo XV. Para ser construido, miles de
personas extrajeron piedras de zonas cercanas y las llevaron hasta una colina
de Cuzco.
Hay que
decir que el templo de Sacsayhuaman conserva tan solo el 40 por ciento de su
estructura original, pero cabe preguntarse cómo los incas lograron construir un
lugar de tanta envergadura.
Templo de Sacsayhuaman |
El nombre
Sacsayhuaman significa “lugar donde se sacia el halcón”, y se debe a la gran
cantidad de estas aves que encuentran su hogar en este recinto del cuál, por
cierto, se desconoce su uso. Su muro principal está construido con piedras de
hasta 5 metros de alto y 2.5 metros de ancho. Como curiosidad, las piedras de
este templo sirvieron de inspiración al diseñador gráfico chileno Vicente
Larrea para diseñar el logotipo del famoso grupo musical chileno Inti-Illimani.
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