Texto: Tommy Agudo
A veces es bueno recordar los hechos cruentos que tuvieron lugar en el pasado, para que no vuelvan a repetirse nunca. Esto n es solamente una idea, sino la premisa de la que parte una nueva joya que Filmax lleva a las pantallas españolas: El Maestro que Prometió el Mar.
Sinopsis
Todo
comienza cuando Ariadna, una joven catalana, busca los restos de su bisabuelo
en una fosa común que están exhumando en la provincia de Burgos, dado que su
abuelo es oriundo de una localidad burgalesa llamada Bañuelos de Bureba. Allí
conocerá no solamente la historia de su abuelo, sino también la de su
bisabuelo, y la de historia real de Antoni Benaiges, un profesor de escuela que
prometió a sus alumnos que les llevaría a ver el mar a su pueblo natal, sueño
que no pudo cumplir porque fue fusilado al inicio de la infame Guerra Civil.
A Fondo
Seguramente
algunos tacharán de revanchismo histórico la trama de esta película, pero no es
así. La película no trata de inculcar el odio hacia nadie, sino de evocar el
poder de la reflexión, y, por qué no, el mundo de la fantasía frente a aquellos
que decían “muera la inteligencia”. Si bien esta película podría (de algún
modo) enmarcarse en el espectro del cine “político”, este largometraje va
muchísimo más allá. Trata el aspecto humano de un profesor que intentó inculcar
a sus alumnos el respeto y el civismo por encima de cualquier otra
consideración frente al desdichado lema de “la letra con sangre entra”, tan
común en aquellos y en posteriores años.
El Maestro
que Prometió el Mar no es tampoco un canto a la nostalgia; es más bien un canto
a la imaginación, a la fraternidad y a la inteligencia. Es uno de esos filmes
necesarios que debería ser proyectado en escuelas. Es la historia de muchas mujeres y hombres como Antoni Benaiges, a quienes defender lo “indefendible” les costó la
vida.
Enric Auquer (a la izquierda) como el bondadoso Antoni Benaiges |
En SaBer y
Ocio hemos tenido el placer de conversar con Patricia Font (directora de la
película) y con Luisa Gavasa, que interpreta en este largometraje a una
empleada de la limpieza avispada y culta.
PATRICIA FONT
1-El Maestro que Prometió el Mar nos
habla de Antoni Benaiges, un maestro que existió de verdad y que murió en
circunstancias inhumanas. ¿Puede considerarse como un homenaje a esta persona?
Sí, en parte
sí. Hay parte de homenaje a esta persona en concreto, ya que estamos dando luz
a su historia, que fue borrada durante muchos años, como también hay una
intención de reparar el daño, al hecho de que fuese represaliado y eliminado de
la historia. También, a la vez, este maestro representa a muchos maestros,
porque lamentablemente no fue el único que corrió con este final, y sí, de
alguna manera es un homenaje a todos ellos.
2-En El Maestro que Prometió el Mar
se habla de la Guerra Civil. ¿Qué importancia tiene este conflicto dentro de la
historia?
Bueno, la importancia
que tiene la Guerra Civil en sí es que su inicio desencadena el inicio del
final de la historia del maestro. A nivel de guión es un giro muy importante en
el tercer acto.
(Foto: Sergi Bernal, por cortesía de Katia Casariego). |
3-En esta película has contado con el
buen hacer de algunos niños. ¿Qué elementos aportan a la película estos
descubrimientos artísticos?
Para el
papel de los tres protagonistas se hizo un casting muy exhaustivo de más de mil
niños. Y, una vez se seleccionaron los finalistas, se trabajó mucho para que
entendieran las secuencias porque al final era un guión que no estaba escrito
para niños, y para crear los personajes a través de sus propias personalidades.
Actuar de donde eran y sacar un poco los personajes, con lo cual, ellos
aportan, sobre todo (para empezar) su propia personalidad, que la imprimen en
el personaje y que se ve en pantalla, y su talento, porque, al final, son
actores natos aunque nunca habían hecho nada previamente.
4-Has dirigido mucha televisión. ¿Qué
diferencias existen a nivel técnico y de dirección de actores entre dirigir
televisión y dirigir largometrajes para salas cinematográficas?
Bueno, hay
muchas diferencias entre una cosa y otra. A nivel más esencial, importante para
mí, según mi experiencia, es que cuando diriges capítulos de series (que es mi
caso) se trata de que la autoría no sea visible, de que no se note, porque ya
hay un director de serie o un showrunner y tú lo que tienes que hacer es que
tus capítulos sean unos más de los que hay, y no imprimir tu personalidad ni tu
carácter. En cambio, cuando estás en un proyecto de largometraje hay solo una
dirección, y ahí es importante tener una voz propia, tener una autoría sobre la
historia y tu punto de vista.
5-Pulseras Rojas ha sido un gran
éxito dirigido por tí. ¿Qué te ha supuesto en el plano profesional?
En Pulseras
Rojas yo dirigí capítulos también, el director de la serie era Pau Freixas, y
yo estaba dirigiendo unos cuantos capítulos dentro de que había más directores.
Para mí fue importante porque fue la primera vez que tuve la oportunidad de dirigir
a nivel profesional, de pasar de cortometrajes a algo que iba a un público, y
además a un público muy grane porque fue un éxito muy importante, por lo cual
había mucha responsabilidad.
(Foto: Sergi Bernal, por cortesía de Katia Casariego). |
6-¿Cómo definirías –para retomar el
tema- la película “El Maestro que Prometió el Mar”?
Es una
película que, aunque explica una historia emotiva y triste, quiere tener un
mensaje esperanzador y dar luz a historias que, en el fondo, fueron muy
inspiradoras.
LUISA GAVASA
1-Esta película habla de la historia
de Antoni Benaiges, un maestro que, como sabes, fue represaliado en la Guerra
Civil. ¿Cómo definirías esta película?
Bueno, hay
muchas definiciones para esta película. Primero, es una película necesaria. Es una
película que llega en un momento importante para la situación política que
estamos viviendo. Es una película que habla de lo que es la pedagogía de
verdad, de la enseñanza buena, la buena enseñanza, los buenos maestros. Habla también
de cómo se cebó la guerra y la posguerra sobre los maestros y las maestras,
sobre la inteligencia, frase muy conocida a través de Millán Astray. Entonces,
esta película cuenta mucho de nuestra historia pasada, de nuestra historia
reciente, y cuenta que estamos a años luz de muchas cosas, de saber muchas
cosas, que hay que ir acortando para no repetir errores y para que la juventud
que viene sepa de verdad qué pasó y sepa de verdad cómo afrontar una guerra
civil de la que no saben nada o muy poco, de la que están muy mal informados la
mayoría, de la que se está intentado echar tierra por encima cuando todavía no
se ha sacado la tierra de debajo. Y no sé si me estoy yendo a sitios así, como
tocando todo a la vez, pero es que definir la película es difícil.
2-El Maestro que Prometió el Mar
habla de Antoni Benaiges, que era un maestro que enseñó a los niños (por lo menos,
según se explica en la película) a usar la imaginación. ¿Qué moraleja (aparte
de lo que me has dicho) crees que se puede extraer de la película?
Yo creo que
todo lo que tiene que ver con la creación, con la cultura, es beneficioso. Los
niños son el futuro. Son la sociedad del futuro. Si tú a unos niños les enseñas
que “la letra con sangre entra” van a tener un futuro muy distinto de aquél en
el que, si tú les enseñas desde la literatura, la creatividad, la música, la
danza, el teatro, las artes, el compañerismo, el no autoritarismo, esos niños
van a ser totalmente distintos. Y a por esa formación es la que hay que buscar,
la que hay que tratar que tengas nuestros hijos, nuestros nietos, para que
tengan un buen futuro.
3-En la película has trabajado con un
niño que, a tenor de lo que me comentaba Patricia Font, no había hecho nada en
el cine. ¿Qué tal fue la experiencia de trabajar con él?
Muy buena,
lo que pasa es que, en mi caso, fue más corta que en el caso de Enric Auquer,
que está prácticamente toda la película con ellos. Mi parte con el niño, con el
personaje de Carlos, fue pequeña, pero mira, Hitchcock decía “no trabajes nunca
ni con niños, ni con perros ni con Charles Laughton, porque los niños siempre
te “roban””. Tienen esa frescura de que no tienen ni métodos, saben llegar al
corazón. Y este niño, el personaje de Carlos, junto con los tres protagonistas
infantiles son fantásticos. Es como la plastilina en el mejor sentido de la
palabra. Y me hizo mucha gracia, porque Carlos, el niño (siempre le confundo el
nombre, no quiero llamarle mal) estaba fascinado de verse en una pantalla
grande, estaba como casi asustado, ¿no?.
4-A lo largo de los tiempos ha
habido, en la historia del cine, grandes cineastas como Costa Gavras o Ken Loach que han tenido un marcado perfil
político. ¿Puede ser el cine un disufor de ideas?
DEBE SER. No
solamente puede, debe ser. El cine es un instrumento cultural, es un
instrumento ideológico, es una industria que puede ser todo, como lo es la
música. Yo creo que el cine tiene la obligación, ante la sociedad, de contar
las cosas. ¿Qué han hecho los argentinos después de las dictaduras? Contar, a
través del cine, lo que pasa, esa terrible noche que cae sobre Argentina, sobre
Chile. Es que España tuvo una larga noche y la gente dice “otra de la Guerra
Civil”. ¡Pues sí señora! ¡Otra no, muchas! Tiene que haber muchísimas películas
que cuenten qué pasó aquí. Que cuenten y que exijan que no haya más muertos en
las cunetas. Es muy poco honorable para un país.
5-Desde esta perspectiva existe un
poco el miedo por parte de algunas personas (entre las que me encuentro yo) tal
vez a que la historia se repita o, por lo menos, se olvide lo que ha pasado,
¿no?
Por eso,
para que no se olvide son necesarias estas películas, y que las pasen en los
colegios, que las pasen en las universidades, que no haya por ahí niños,
niñatos de 16 años cantando el Cara al Sol y levantando el brazo con el saludo
fascista porque no saben de lo que están hablando, que luego a lo mejor son
niños que son gays, o que son niños que su hermana ha abortado. Y eso les
parece muy normal, y no se dan cuenta de que cuando están recordando u honrando
todo eso están en contra de todo lo que ha avanzado esta sociedad, porque todo
lo que ha avanzado la sociedad es gracias a la izquierda. Y el que no lo quiera
ver así es que no quiere ver la historia. Porque los grandes avances vienen de
la izquierda. Cuando vino el divorcio ¡cómo se pusieron los de la derecha! Y luego
se han divorciado todos. Normal, si el divorcio es sanísimo. ¿Por qué tanto
miedo a la libertad, a la inteligencia, a la cultura? ¿Por qué en este país el
periódico más vendido es de deporte, porqué la novela más vendida la escribió
Belén Esteban? ¡Hombre, por Dios! En este país no se lee, no se piensa. Esto es
muy fácil. Es el pan y toros, es el circo. Y como no salgamos de eso, vamos a
volver otra vez…bueno, no quiero ni pensarlo, porque yo ya he luchado mucho.
Tengo 72 años y no quiero que mis nietas y mi nieto tengan que seguir luchando
por las cosas por las que yo salía a la calle.
6-Toda película presenta un reto.
¿Qué reto ha presentado esta para tí?
Ha sido muy
fácil. No había reto porque estar de una mano con Patricia Font y de la otra
con Enric ha supuesto adentrarme en una historia hermosa que me ha hecho muy
feliz. Me ha dado mucho orgullo estar en esta película por cuáles son mis
orígenes. ¿El reto? Bueno, creo que es una película cuyo reto es que la vean,
el reto es que busquen, el reto es que convenza, que convenza desde la
inteligencia, no desde la fuerza.
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