Orígenes
Los orígenes del barco datan del siglo XXX.a.C.,
durante la época de los egipcios, aunque han aparecido pinturas en las que
podemos ver a barcos con una antigüedad de más de tres mil años.
Los primeros barcos egipcios estaban construidos
con madera y se movían por la fuerza de remeros. Eran naves que no disponían de
quilla, pero este percance se solucionaba mediante una gran cuerda que iba de
proa a popa, cogida con fuerza y eludía la rotura o deriva de la embarcación.
Barco egipcio |
La siguiente generación de barcos se situaba en
las naves fenicias que fabricaron buenos barcos de mercancías, así como buques
de guerra que eran más valiosos que los construidos por egipcios o egeos.
Las naves fenicias estaban destinadas al comercio
y a la pesca, y en algunos casos a la guerra. Eran embarcaciones duraderas
fabricadas a partir de madera de encino, pino, cedro o ciprés. También usaron
el viento como medio de propulsión mediante velas rectangulares.
La fabricación más importante de los fenicios
era el barco de manga ancha que usaba velas en lugar de remos para su
desplazamiento y tenía un espacio para su carga más amplio que las galeras
estrechas. También se les atribuye haber construido las galeras birremas o
trirremas en las cuales, los remos se articulaban en dos o tres órdenes.
Los barcos griegos fueron grandes innovadores de
su época, pero basaron la construcción de sus naves en los buques de guerra,
así sus embarcaciones fueron las más importantes armas de guerra.
Las embarcaciones griegas estaban hechas de
hierro que fue una gran innovación de la época. Por esto, primero se fabricaba
en hierro el armazón y posteriormente se colocaban tablas de madera para forrar
la nave.
A partir del siglo VI a.C., los griegos usaron
los primeros mapas para poder navegar que les informaban del viento y sobre el
estado de las costas.
Después de la supremacía de los griegos, fueron
los cartaginenses y los romanos quienes se disputaron la hegemonía del mar.
Los
cartaginenses tenían una gran flota de guerra con naves de un solo orden de
remos movidas por dos remeros (monorremes) y otras naves más rápidas llamadas
penteras que disponían de dos órdenes de remos, los de abajo tirados por dos
remeros y los de arriba por tres remeros. También innovaron en las técnicas
constructivas introduciendo piezas prefabricadas y numeradas, que favorecían la
construcción de los barcos en menos tiempo.
Los barcos romanos fueron los creadores de las galeras que eran barcos de guerra que utilizaban catapultas para atacar a los enemigos y para el comercio disponían de cincuenta y tres metros de eslora y catorce metros de manga.
Entre los
siglos XV y XVI se construyeron algunos tipos de embarcaciones de distintas
características como las carabelas, saicas, galeones, carracas, pinazas,
etc. Por ejemplo, la nave Santa María que utilizó Colón para descubrir América
acompañado de cincuenta hombres tenía treinta metros de eslora. Las carracas
que fueron usadas por portugueses,
venecianos y españoles para llevar mercancías poseía cuarenta metros de eslora.
No obstante los franceses fueron los más aventajados dentro de la arquitectura
naval. Sus barcos superaban en peso y rapidez a los de otros países, sobre todo
en los siglos XVII y XVIII cuando el tráfico oceánico aumentó y cuando los
ingleses, portugueses y holandeses intensificaron la búsqueda de productos
orientales. Además el uso de la brújula se fue extendiendo y provocó que los
viajes fueran cada vez más largos.
Debido
a la masiva comercialización con Oriente, se crearon embarcaciones más veloces
para llevar productos como el café, el té o las especias. De esta manera
aparecieron los famosos clippers, barcos
a vela muy rápidos que causaban que la mercancía llegase a tiempo al destino y
aumentando la competitividad, con mejores precios y un mayor negocio.
A partir de esta época hubo dos grandes novedades en el mundo de la navegación
que fueron los barcos a vapor y la construcción de las embarcaciones mediante
hierro.
En
1777 algunos barcos se construyeron con hierro, sin embargo se producía un
problema ya que el hierro desviaba la brújula de la orientación adecuada. El
problema fue solucionado en 1830 y los barcos masificaron su fabricación con
hierro.
Por lo
que respecta a uso del vapor, el francés Claude-Françoise Jouffroy d’Abbans que
uso la energía producida por el vapor para mover las naves antes de 1785. En
Estados Unidos hacia 1787 James Rumsey utilizó una bomba de vapor para
trasladar las embarcaciones a través del río Potomac y el también americano
John Fitch construía barcos con ruedas de paletas que eran propulsadas por
vapor.
En la
actualidad, los barcos se impulsan mediante motores de gasóleo, pero con la
escasez del petróleo y los altos costes de este; se piensa otra vez en utilizar
la energía eólica para mover las embarcaciones.
Barcos
de pesca
Aunque existían barcos pesqueros desde la
antigüedad no es hasta la Edad Media cuando tenemos noticia de los primeros
modelos de barcos de pesca tal y como los conocemos ahora. Eran barcos de pesca
recios con fuertes cascos y se dedicaban a la pesca del arenque, aunque eran
lentos. Se llamaban buches, usaban
redes de deriva y tenían dos o tres mástiles en los cuales se izaban velas
cuadradas.
Los veleros de la era antigua han ido
desapareciendo con el tiempo y en la actualidad han sido cambiados por modelos
de propulsión mecánica, es decir, con motor ya que pueden permanecer semanas e
incluso meses en alta mar.
Barco pesquero |
Para construir los barcos se utilizan materiales
de diversa índole ya que no es lo mismo un barco de pesca costera que permanece
en el mar durante una o dos semanas que un bacaladero que trabaje durante seis
meses sin retornar a puerto.
En la pesca litoral que se desarrolla en las
cercanías de la costa se usan pequeñas naves de remo o vela que pueden llegar a
ser acompañadas por la ayuda de motores para solventar la falta de viento y la
adversa climatología, de esta forma se asegura la captura diaria.
En la pesca costera o pesca de bajura se realiza
en la costa y se utilizan naves de tamaño mediano hechas mediante madera o acero
y que suelen estar auxiliadas por motores.
En la pesca de altura es realizada por grandes
barcos que son auxiliados por grandes motores y llegan a capturar toneladas de
pescado.
Náutica
deportiva
Los barcos de recreo o también conocidos como náutica
deportiva surgieron antes del siglo XX. Anteriormente a la Guerra Civil
surgieron y desaparecieron gran cantidad de clubes náuticos.
La recuperación del sector se produjo a partir
de 1942 con el regreso de competiciones y la creación de nuevos puertos.
No es hasta 1960 cuando la náutica deportiva
cobra verdadera importancia y se regula la actividad con el Decreto 735/1966 de
24 de marzo.
En 1965 se regulan las
titulaciones náuticas para poder dirigir una embarcación: capitán de yate, patrón
de yate, patrón de embarcaciones deportivas a motor de primera clase, patrón de
embarcaciones deportivas a motor de segunda clase y patrón de embarcaciones
deportivas a vela.
Los antecedentes los tenemos a
mediados del siglo XIX cuando el gobierno británico comenzó un concurso público
para transportar el correo entre Liverpool y Boston. El ganador de la contrata pública fue Samuel Cunard
que realizó el trayecto en el velero Britannia.
Al
principio se vendía el viaje para transportar el correo pero poco a poco esta
perspectiva cambió y a medida que transcurría el tiempo la alta sociedad lo vio
como una forma de pasar su tiempo libre. De esta forma a finales del siglo XIX
y principios del siglo XX casi dos millones de personas viajaron en barco
haciendo la ruta entre Inglaterra y Canadá.
Con el
paso del tiempo y la aparición del barco de vapor fue ganando terreno a los
veleros y el trayecto se hacía en la mitad de tiempo. En 1850 el barco Ciudad
de Glasgow fue el precursor de este tipo de energía.
El
afán de superación de las compañías navieras hizo que en 1912 se crease el
transatlántico RMS Titanic y posteriormente se hundiese en el viaje entre
Southampton a Nueva York. En esta tragedia murieron 1514 personas de las 2223
que viajaban a bordo convirtiendo este viaje en uno de los mayores naufragios
que se han registrado en tiempos de paz.
Cunard
siguió fabricando grandes megacruceros como el Queen Mary y el Queen Elizabeth
que llevaban a dieciséis mil personas a bordo y viajando a velocidades
superiores a otros barcos conocidos.
Posteriormente se construyeron el Queen Elizabet 2 en 1968 y el Queen
Mary 2 que actualmente sigue surcando los siete mares con su elegancia y
glamour.
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