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miércoles, 14 de octubre de 2020

MUSEO DE CIENCIAS NATURALES

Introducción

Los museos son, en la práctica, uno de los mejores métodos para salvaguardar nuestra cultura y nuestro patrimonio artístico, así como para salvaguardar el conocimiento en general. Una buena prueba de esto lo representan los contenidos expuestos en el Museo de Ciencias Naturales en Madrid, dado que refleja la historia de las ciencias naturales en España.



El Museo fue creado por el rey Carlos III a finales del siglo XXVIII, a partir de las colecciones de historia natural del comerciante ecuatoriano Pedro Dávila, quien vivía en París y era miembro de famosas sociedades científicas, y que sería el primer director que este museo ha tenido.


                                                                                        Pedro Franco Dávila


Este museo recibió numerosas donaciones de Carlos III, tales como un elefante indio, un oso hormiguero, piezas, cristales tallados y otros objetos heredados de su abuelo, el Gran Delfín de Francia. Con anterioridad se creó otro gabinete conocido como la Real Casa de la Geografía, dirigido por Antonio de Ulloa, pero no funcionó por cuestiones políticas.



El Museo ha pasado por numerosas crisis desde su creación. La primera fue en 1824, cuando el Tesoro Público contrajo con el museo una deuda de 50.069 reales, situación que afectó a todos los aspectos del museo.

En 1910 comenzó la etapa de Ignacio Bolívar y Urrutia como director del museo. Este biólogo madrileño fue uno de los más famosos de su época, y un firme defensor de la investigación científica y de que el conocimiento en general se actualizase. Bolívar llegó a ser tan prestigioso como el doctor Santiago Ramón y Cajal.


Ignacio Bolívar y Urrutia

                                                                      Ignacio Bolívar y Urrutia


En 1939 desapareció la Junta para la Ampliación de Estudios, y todos los centros que pertenecían a esta entidad (incluido el museo de ciencias naturales) pasaron a depender del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que acababa de inaugurarse. El museo, entonces, fue dividido en tres grupos: el instituto de geología, el instituto de entomología y el de zoología.


Curiosidades sobre el edificio

Las obras que dieron lugar al edificio en el que se ubica el museo (el edificio del Palacio de las Artes y la Industria) comenzó a construirse en 1881, terminando las obras seis años más tarde. Los arquitectos fueron Fernando de la Torriente y Emilio Boix y Merino, quien después de que falleciese de la Torriente continuó las obras hasta que el edificio quedó terminado. Para su construcción se usó hierro y vidrio, siendo este Palacio uno de los primeros en tener dichos materiales. La primera sede del museo de ciencias naturales estuvo ubicada en el Palacio de Goyeneche, en la calle Alcalá número 13. La segunda fue el edificio que hoy alberga la Biblioteca Nacional. El primer traslado se debió a que el Ministerio de Hacienda necesitaba el Palacio de Goyeneche, con lo cual fue un desahucio. La alternativa al cambio de sede eran los bajos del citado edificio, pero estos no poseían las condiciones adecuadas para albergar el museo. El segundo traslado se llevó a cabo por necesidad de un mayor espacio.


Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)


El edificio actual se construyó porque, en esa época, Madrid no tenía ningún lugar adecuado para celebrar exposiciones, de modo que durante la Exposición Nacional de la Industria y Artes para convocar un concurso a fin de construir un palacio que albergase dichos eventos, y se optó por unos terrenos que se corresponden con lo que es el norte del madrileño Paseo de la Castellana. Alberga la sede del museo y de la Escuela Superior Técnica de Ingenieros Industriales desde comienzos del pasado siglo XX.

Las obras para adaptar el Museo de Ciencias Naturales tuvieron lugar entre 1909 y 1910. Durante un tiempo, junto con el Museo de Ciencias Naturales y la Eacuela de Ingenieros, convivieron el Museo del Traje, un cuartel de la Guardia Civil y el instituto “Torres Quevedo”.




El Palacio de Exposiciones se ha configurado para ser un edificio rodeado de jardines, idea que prosperó por muy poco tiempo debido a que se han ido construyendo edificios a su alrededor. Pese a este, el Museo ha apoyado la realización de un Jardín Mediterráneo con plantas de esta región, muchas de las cuales ya se encuentran también en Madrid.

El edificio del MNCN ha sufrido además una remodelación que ha ampliado su capacidad expositiva, aunque no haya aumentado su superficie. Además de albergar exposiciones, el museo alquila sus instalaciones para conferencias, cursos y celebraciones privadas. Además de las salas existentes en el edificio de Geología y las del edificio de Biología se pueden alquilar la sala de juntas y el salón de actos.


Animales. Obras de arte sin vida (Contenidos)

El proceso de taxidermia de los animales ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Inicialmente se enviaban órdenes a las colonias españolas para que estas reuniesen piezas y ejemplares con las que engordar las colecciones, aunque también se compraba o intercambiaba material con otros museos.

La gran mayoría de los animales expuestos en el museo fueron cazados, es decir, recolectados por científicos y otras personas en expediciones. Muy pocos de los animales expuestos en el museo han muerto por muerte natural.


                                                       
                                                            Armadillo expuesto en el Museo

Los métodos de conservación y restauración de las piezas dependen del grupo al que pertenezcan. Por ejemplo, los insectos y otros invertebrados pueden conservarse en seco o en fluido (etanol al 70%), mientras que los peces, anfibios y reptiles se conservan solamente en fluido. Por el contrario, los mamíferos y las aves se suelen conservar en seco.

Los animales vertebrados como mamíferos y aves son disecados. Los primeros animales que se disecaron mostraban actitudes poco naturales, pero esta tendencia fue invirtiéndose con el tiempo.

Los animales más antiguos que el museo tiene expuestos proceden del gabinete de Pedro Franco Dávila. Las últimas incorporaciones del museo son el célebre oso panda Chulín, y su madre.


Chu-Lin «reaparece» disecado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales


El museo no exhibe, sin embargo, todas las piezas que posee. Las que tienen un valor económico más fuerte se guardan en la caja fuerte de un banco, pero las obras no expuestas solamente comprenden entre el 1 y el 5% del patrimonio del museo.

La mayoría de los animales expuestos proceden de la Península Ibérica. No obstante, esto no es óbice para que tengan ejemplares de Filipinas, Guinea Ecuatorial, América Latina y Norte de África.

En el MNCN se encuentra una de las especies más exóticas de nuestro, planeta, un lémur endémico de Madagascar. Ese ejemplar tiene grandes dientes incisivos, y el tercer dedo de sus manos es muy largo y delgado, y se mueve con absoluta independencia de los otros.


Un Museo Infinito (Actualidad)

 Aunque desde 2003 no se preparan animales por falta de espacio y de personal especializado, el museo tuvo su propio laboratorio de taxidermia hace ya mucho tiempo. De entre los taxidermistas cuya obra puede admirarse en el museo, los más destacados son los hermanos Luis y Jose María Benedito.


                                                                    Los hermanos Benedito en plena disecación


Este museo, que pese a sus muchos méritos no posee todavía ningún galardón, da trabajo a unas 270 personas entre los distintos departamentos (colecciones, exposiciones, seguridad, vigilancia, limpieza, etc). Admite un aforo de más o menos 100 personas, 700 en el edificio de Zoología y 300 en el de Geología. 

Si bien esta institución no ha recibido ningún galardón per se, algunas personas o departamentos que forman parte de la misma sí que lo han recibido. Pese a ser un museo, posee una biblioteca en la que podemos hallar más o menos 70.000 libros y 4.300 revistas científicas.

En el MNCN se celebra la Semana de la Ciencia. Se trata de un evento científico que tiene lugar en toda Europa, y con el que se acerca la ciencia a la sociedad mediante el desarrollo de diversas actividades como talleres, teatro y conferencias. La programación de esa semana está adaptada a todos los públicos, desde grupos escolares hasta familias, y ofrece actividades adaptadas a personas con discapacidad intelectual, auditiva y visual, así como actividades adaptadas a personas con enfermedades neurodegenerativas.

El MNCN colabora (junto con otras instituciones) con el Ayuntamiento de Madrid para dar a conocer su historia y sus tesoros dentro del programa cultural “Madrid, Otra Mirada”. Ello queda motivado por el hecho de que el museo está interesado en colaborar en actividades que acerquen su patrimonio cultural al público.




Si bien en estos momentos se desconoce de qué país procede quienes visitan el museo, está previsto que el año que viene se realice un estudio donde, a modo de curiosidad, vendrán estos datos. De momento, lo único que se sabe al respecto es que lo visitan más de 300.000 personas cada año.

A diferencia de otros museos, este no cuenta con mecenas millonarios como sucede a veces. No obstante, han sido muchos los organismos y las personas que han contribuido a financiar algunas exposiciones, catálogos y publicaciones. Y también hay personas que han donado especímenes y colecciones completas.

Si bien es un museo de mucho interés para los niños y las familias, no tiene la misma suerte con el público adulto. Respecto a este público se encuentra a gran distancia de museos de arte como el Prado o el Thyssen-Bornemisza.

Como buen museo, este ha albergado en alguna ocasión rodajes de ficciones audiovisuales. Concretamente, en este se rodaron el musical “Acompáñame” (protagonizado por Rocío Dúrcal) y la famosa serie “Cuéntame Cómo Pasó”.


Un Mundo Oculto en el Museo

Según algunos vigilantes del museo, ha habido en el mismo algunos sucesos extraños que les han causado temor. En cualquier caso, todos estos sucesos han pasado de madrugada, justamente cuando los vigilantes hacían la ronda. Uno de ellos sintió ruidos extraños de sillas al pasar por debajo de la sala de meteoritos. Cuando subió a la sala para comprobar si había alguien no vio absolutamente a nadie, pero según él las sillas estaban movidas. Según otro vigilante al pasar por debajo del esqueleto de una niña de Homo Sapiens sintió unas risas de niños, y subió asustado para comprobar que no había nadie.

Si bien existen presumiblemente obras de mucho valor económico, no se sabe con certeza cuál es la de mayor valor en este sentido. Aun habiendo material comprado, la mayoría de las piezas corresponden a una determinada época histórica, y además el interés del museo es puramente científico, no es monetario. Esta es la razón por la cual no se puede determinar el valor económico de las obras que el museo tiene expuestas.

No obstante, pese a lo expuesto en el párrafo anterior, el museo ha sufrido varios expolios. El primero de estos fue en 1813, cuando las tropas de Napoleón lo saquearon con la colaboración del entonces director del mismo, el francés Pascal Moineau. Un año más tarde este disecador volvió al museo, y aunque se reclamó al Gobierno francés todo lo robado, no todo lo sustraído fue devuelto. Otro robo importante tuvo lugar en los años ochenta del pasado siglo XX, cuando fueron robados manuscritos, libros antiguos y dibujos. Gracias a la labor del paleontólogo Emiliano Aguirre (entonces director del museo) se recuperaron libros impresos antes del año 1500 y miles de láminas de la colección iconográfica Van Berkhey.


Curiosidades

El museo no solamente expone animales disecados. Por ejemplo, una de las obras de arte que expone es una fotografía de una expedición al pacífico. Se trata de una fotografía muy antigua tomada en una de las primeras expediciones científicas a las que se llevó una cámara de fotos.




Las mejores piezas de animales que posee el museo fueron realizadas por los hermanos Benedito. Luis hizo los mamíferos y Jose María las aves, algunas de las cuáles han quedado dotadas de un gran realismo. Para esto último, dichos hermanos se desplazaban al campo y observaban los movimientos de los animales, pues era una de sus metas que sus obras quedasen naturales. Esta se obtiene mediante una técnica consistente en hacer esculturas que contengan todos los músculos del animal. Esta técnica se conoce como “dermoplastia”. En estas obras suelen ser más grandes los machos que las hembras. El primer ejemplar hecho por dermoplastia data de 1912. Luis Benedito se trasladó a Alemania con un taxidermista alemán, Max Tenner, que conocía la técnica y la aprendió. 

Existen en el Museo ejemplares de rebecos. Esta especie eran considerados alimañas, y había gente que pagaba por que se acabase con estos, y los hermanos Benedito y el entonces director del museo se opusieron y quisieron conocerlo, para así concienciar al público de que eran animales bellos a los que había que respetar.

Existe en el Museo un pez anterior a 1784, un pez luna. Se sabe que data de esa época porque apareció dibujado en un libro de un taxidermista del museo que se publicó en 1784. Este pez puede llegar a pesar 200 kilos.

En la actualidad existen ocho exposiciones: biodiversidad, minerales, fósiles y evolución humana, fauna del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, Mediterráneo, naturaleza y civilización, el Real Gabinete de Historia Natural, La Expedición al Pacífico, (1862-1866), el Jardín Educativo del Bosque Mediterráneo y Jardín de Piedras.

EL MSNCN es un instituto del Centro Superior de Investigaciones Científicas que cuenta con seis departamentos de investigación: Biodiversidad y Biología Evolutiva, Biogeografía y Cambio Global, Biogeoquímica y Ecología Microbiana, Ecología Evolutiva, Geología y Paleobiología.

En mayo de 2013 se inauguró el Museo de Ciencias Naturales Los Yébenes (Toledo), en el cual se exponen valiosas colecciones del MNCN a fin de divulgar el conocimiento científico entre la población castellano-manchega. Otras instituciones con las que el museo colabora son el Museo de la Naturaleza de Cantabria (en Carrejo), el Museo de la Biodiversidad de Ibi (Alicante) y el Parque de las Ciencias de Granada.


                                                                                Parque de Ciencias de Granada

En 1988 se fundó una sociedad conocida como “Sociedad de Amigos del Museo”. Su meta es acercar el museo al público e incentivar el interés por la historia de la naturaleza. Para lograr tal fin desarrollan actividades como conferencias, cursos, visitas guiadas y excursiones. Asimismo, patrocinan exposiciones, catálogos y publicaciones, y propicia que el museo y el público interactúen entre sí.

El Museo publica una revista llamada “Naturalmente”, una revista electrónica que comenzó a publicarse en marzo de 2014. En esta hay información escrita sobre investigaciones, colecciones, exposiciones y actividades del MNCN.

SaBer y Ocio agradece al personal del Museo Nacional de Ciencias Naturales el esfuerzo que hicieron para poder atendernos, ya que, sin su colaboración y generosidad, este artículo no hubiese sido posible. 

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