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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los Reyes Magos



HISTORIA Y TRADICIÓN 






LA TRADICIÓN DE LOS REYES MAGOS


Biblia de Van Gogh

El 6 de enero de cada año la iglesia católica celebra la Epifanía o la manifestación de Dios hecho hombre. En Occidente, la festividad gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los Reyes Magos como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

    Las únicas referencias a los Reyes Magos la encontramos en el Evangelio según San Mateo 2, 1-12 que a continuación reproducimos:
2:1 Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén
2:2 y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".
2:3 Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.
2:4 Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.
2:5 "En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:
2:6 Y tú, Belén, tierra de Judá,
ciertamente no eres la menor
entre las principales ciudades de Judá,
porque de ti surgirá un jefe
que será el Pastor de mi pueblo, Israel".
2:7 Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella,
2:8 los envió a Belén, diciéndoles: "Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje".
2:9 Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.
2:10 Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría,
2:11 y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra.
2:12 Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

    A continuación pasaremos a desgranar el pasaje del texto bíblico  teniendo en cuenta lo que muchos eruditos sobre el tema han dicho.
¿Quiénes y cuantos eran los magos de oriente?
    De su país de origen, sólo dice San Mateo que procedían de Oriente; los testimonios más antiguos de la Iglesia de Siria y de los padres griegos afirman que venían de Persia, donde, como es sabido, existía la casta de los magos o astrólogos. Otros hablan de Caldea (Babilonia), donde surgió la astrología.
    En cuanto al número de magos, se remonta al siglo V la suposición de que eran tres, aunque se ha hablado de dos, cuatro, siete y hasta doce. Si para las iglesias protestantes y católicas los Reyes eran tres (porque ofrecían tres regalos al niño Jesús), la tradición ortodoxa mantiene que eran doce. 

“ El sirviente Rey Baltasar y el niño Jesús”-Bruno Ferrero
¿Por qué los Magos regalaron al Niño Jesús oro, incienso y mirra?
     A lo largo de la historia del cristianismo, diversos teólogos han sostenido variadas hipótesis, algunas terrenas y otras trascendentes. El motivo que espontáneamente surge en primer lugar es el económico y se refiere concretamente al valor monetario de las ofrendas.

    El oro tuvo siempre un precio alto. En la época de Jesús el incienso costaba apenas un poco menos que el oro, pero la mirra valía unas siete veces más que ambos. La ofrenda de los Magos, entonces, representaba un altísimo valor económico. Los elevados valores del incienso y de la mirra explican por qué el comercio de ambos artículos era tan lucrativo. Los países productores intentaban por todos los medios mantener su monopolio y procuraban descorazonar cualquier intento de ubicación de las plantaciones. También hemos de señalar otro significado de estos regalos al Niño Jesús: El oro, metal precioso propio de reyes, simbolizaba el tributo a la realeza de Jesús, a su calidad de rey. El incienso, de importante papel en los rituales religiosos y en las ofrendas a las deidades, tanto en las religiones idolátricas como en el judaísmo, era un tributo a la divinidad del Niño, el reconocimiento de que Jesús era Dios. La mirra, usada en los embalsamamientos, en la unción de los cadáveres y en los ritos funerarios, era emblema de muerte y sufrimiento y por lo tanto, prefiguraba la pasión y muerte de Cristo. Simbólicamente era un tributo a Jesús hombre, a su componente humano. Los Magos presentaron, entonces, oro para el rey, incienso para el Dios y mirra para el hombre.

Adoración de Velázquez

 La estrella de Belén
El pasaje del evangelio también hace referencia a una estrella.
De ello deducimos que los magos eran a su vez astrónomos y astrólogos ya que no se diferencia en la antigüedad entre una y otra ciencia
Johannes Kepler, 1603, astrónomo y matemático  de la corte al observar desde el castillo de Praga el acercamiento de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis, se preguntó por primera vez si el Evangelio no se refería precisamente a ese mismo fenómeno. Hizo cálculos hasta descubrir que una conjunción de este tipo tuvo lugar en el año 7 a.C.

Pintura  en la que se ve la estrella de Belen- Giotto

    En 1925 el erudito alemán P. Schnabel descifró anotaciones neobabilonias  acuñadas en una tabla de arcilla encontrada entre las ruinas de un antiguo templo del sol, cien kilómetros al norte de Babilonia. La tablilla revela la existencia de una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis en el año 7 a.C., en tres ocasiones, durante pocos meses: del 29 de mayo al 8 de junio; del 26 de septiembre al 6 de octubre; del 5 al 15 de diciembre. Según los cálculos matemáticos, esta triple conjunción se vio con gran claridad en la región del Mediterráneo
    La triple conjunción de los dos planetas explica también la aparición y la desaparición de la estrella, dato confirmado por el Evangelio.  La tercera conjunción de Júpiter y Saturno, unidos como si se tratara de un gran astro, tuvo lugar del 5 al 15 de diciembre. En el crepúsculo, la intensa luz podía verse al mirar hacia el Sur, de modo que los Magos de Oriente, al caminar de Jerusalén a Belén, la tenían en frente. La estrella parecía moverse, como explica el Evangelio, «delante de ellos» (Mt 2, 9).



Relicario
El Relicario con los restos mortales de los Reyes Magos se encuentran en la Catedral de Colonia, desde 1225.Fueron traídos desde Milán por Federico I Barbarroja


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