Gastronomía de Madrid
La Gastronomía de Madrid posee las tradiciones culinarias propias de la población inicial cuando Felipe II creó la capital, y posteriormente de los pueblos de su propia provincia que fueron haciendo sus aportes a la gastronomía propia de la ciudad de Madrid. Algunos de los platos y costumbres culinarias más tradicionales tienen su origen en la emigración de poblaciones procedentes de diversas partes de España y que empezó a comienzos de siglo XX.
Estatua de El Oso y el Madroño |
Hablar de la gastronomía de Madrid, es hablar de las famosas tapas que ofrecen cualquier bar de la ciudad, en donde podemos degustar diferentes muestras como tapas de gambas, que se toman cocidas, a la plancha, con gabardina, o al ajillo; los mejillones al vapor o en escabeche; los boquerones en vinagre, las patatas bravas. A parte de las tapas, también podremos encontrar los famosos bocadillos de calamares servidos en los bares próximos a la plaza mayor, y como no, la afamada tortilla de patata. Si paseas por las calles de Madrid podrás disfrutar de todo esto y mucho más, casi a cualquier hora del día.
Una de las características de la gastronomía de Madrid es su capacidad de adaptación de platos provenientes de otras zonas geográficas de España siendo su riqueza gastronómica excelente. Las influencias de otros países, de otras gentes, de otras culturas, han hecho que la oferta gastronómica de Madrid, sea variadísima.
Se pueden encontrar en Madrid restaurantes de cualquier parte del mundo.
Plaza Mayor de Madrid |
Paseando por Madrid podremos encontrar en calles, en rincones, en pequeños callejones, restaurantes con encanto, con no más de diez mesas, donde encontraremos un ambiente acogedor en el que degustar unos platos exquisitos.
En definitiva, Madrid es un buen sitio donde perderse para comer y para ver un sin fin de cosas, pero este ya es otro tema...
El Cocido Madrileño
Estrella de la cocina madrileña. Es difícil encontrar el origen de este plato, no ya solo madrileño sino nacional. Se aventura que puede proceder de la “olla podrida” o de la “adafina”, pero lo más probable es que tal como le conocemos hoy, surgiera a últimos del siglo XVII.
La olla podrida tiene su origen en la antigua adafina (del árabe dafana: tapar). Judía que se preparaba el viernes por la noche para respetar el sabbat, pues se dejaba cociendo durante toda la noche entre los rescoldos para servir de almuerzo.
La olla podrida se adapta a los gustos de las distintas regiones del reino: En Asturias y Galicia recibe el nombre de pote debido al recipiente en que se cocina. En Andalucía, puchero gitano o cocido colorao según se añadiese tocino y chorizo curado en manteca y en Madrid mantuvo el nombre original, derivado de su forma de elaboración
Existen documentos fiables que nos dicen que tanto Carlos I, como su hijo Felipe II saborearon el importante valor calórico y proteínico de esta receta.
Durante mucho tiempo, el cocido fué la comida diaria del pueblo español, el problema es, que con las diferencias que surgían de los diversos poderes adquisitivos, no se puede hablar de una receta exacta y concreta. Lo que si podemos admitir, es la presencia segura de garbanzos, carne, tocino, patata.
El cocido madrileño se dice que es de tres vuelcos.
Primer vuelco: se sirve la sopa con fideos.
Segundo vuelco: se presentan los garbanzos en una fuente con las verduras: el repollo rehogado, la zanahoria y el nabo en rodajas.
Tercer vuelco: está formado por las carnes troceadas, las chacinas, el tocino y el tuétano de los huesos de caña.
La Receta
Para 4 personas
* 750 grs. de morcillo de
ternera
* ½ pollo
* 1 Kgr. de garbanzos
* 1 punta de jamón
* 1 hueso de jamón
* 150 grs. de tocino beteado
* 2 zanahorias
* 2 patatas
* 1 cebolla
* 2 clavos
* Sal
* 2 chorizos
* 2 morcillas de cebolla
* 2 huesos de ternera con su tuétano
* 1 hueso de la rodilla de ternera
* aceite de oliva
La Elaboración
1- Poner 2 litros de agua en una olla grande y agregar el morcillo, el tocino, todos los huesos y la punta de jamón, previamente lavados.
2- Acercar al fuego y cuando rompa a hervir, retirar la espuma con una espumadera.
3- Escurrir los garbanzos y meterlos en una red; introducirla en la olla. El tiempo de cocción varía según la calidad de la legumbre, entre 2 y 3 horas.
4- Dejarlos cocer a fuego lento. Mientras, lavar, picar el repollo y cocerlo aparte en un poco del caldo del cocido con la morcilla y el chorizo; reservarlo al calor.
5- A mitad de la cocción (1,5 horas) agregar las zanahorias y las patatas, peladas y lavadas pero enteras y el cuarto de pollo o gallina.
6- Continuar la cocción; si hace falta, añadir agua caliente, para que no se encallen los garbanzos.
7- Una vez tiernos los garbanzos, sacar el caldo y hacer la sopa con fideos, sémola o arroz; servirla de primer plato.
8- Hacer un refrito de ajos y agregarlo al repollo.
9- Servir los garbanzos junto con las carnes troceadas y las verduras, como segundo plato
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