La orden de los templarios fue fundada en 1119 por caballeros liderados por Hugo de Payens, fundador de la orden y además armado caballero y poseedor de las tierras de Payens.. Su propósito inicial era el de proteger a los cristianos que emigraban a Tierra Santa.
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| Sello de Los Templarios en el que muestra a dos caballeros en un mismo caballo, símbolo de su pobreza |
Creado el reino de Jerusalén y elegido Balduino I como rey, algunos de los caballeros que tomaron parte en la Cruzada escogieron no solamente defender a los peregrinos, sino a los santos lugares. Balduino no podía con la protección de los caminos, y esto le llevó a dotar a los templarios de derechos y de un lugar donde descansar y alojar sus equipos. Este lugar fue la mezquita de Al-Acsa, que al ser abandonada por Balduino pasó a ser de los templarios, quienes establecieron allí su cuartel general.
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| Mezquita de Al-Acsa |
Sin embargo, las derrotas ante Saladino les hicieron perder territorio en Tierra Santa. Aunque él acabó con el reino fundador por Godofredo de Bouillon, la presión de la Tercera Cruzada y el hacer de Ricardo I de Inglaterra, hicieron que él llegase a un acuerdo para convertir a Jerusalén en una ciudad libre para la peregrinación.
A fines del siglo XIII sucedió la caída de Acre, con los últimos miembros de la Orden del Temple luchando junto a su maestre, Guillaume de Beaujeau. Esto significó el fin de los templarios en Tierra Santa, pero no el fin de la orden, que se trasladó a Chipre, donde la convivencia fue tan tensa que estos participaron en el destronamiento de Enrique II de Chipre. Esto permitió la supervivencia de la Orden en Chipre incluso hasta después de su disolución en el resto del mundo “cristiano”.
El fin de los Templarios
El último gran maestre fue fray Jacques de Molay, quien rechazó la idea de fusionar las ordenes militares bajo un único rey, pese a las presiones papales. Felipe IV, rey de Francia pensó que la presión política de los templarios era inaceptable, y por eso, por las deudas contraídas por Francia con ellos, y deseando quedarse con sus riquezas, presionó al papa Clemente V de que procesara a los templarios bajo las acusaciones de sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía y paganismo. Esto sucedió el Viernes 13 de Octubre de 1307, por eso el Viernes 13 es símbolo de mala suerte.
Para ello usaron las acusaciones del espía doble Esquieu de Floyran. Al parecer, él explicó a Guillermo de Nogaret (consejero del rey) que un prisionero templario le hubo confesado los pecados de la Orden. Nogaret lo usó como apoyo para montar el dispositivo que hizo que la orden se disolviese. La orden se disolvió, y los templarios que consiguieron escapar tuvieron que huir a distintos puntos del planeta.
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| Fray Jacques de Molay |
El Tesoro de los Templarios
Nadie sabe si el tesoro de los caballeros templarios realmente existe o ha existido, y, por supuesto, nadie sabe dónde está. Este misterio es muy atrayente en la cultura popular, como lo prueban distintas novelas muy conocidas.
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| Guillermo de Nogaret |
Según ciertos testimonios, la noche anterior a la detención de De Molay salieron carretas llenas de paja del castillo donde este se encontraba. Sin embargo, algunos creen que el tesoro realmente se encontró, y dieron como prueba que algunas edificaciones oficiales, paradas hasta entonces por falta de dinero, se reemprendieron una vez se acabó con la orden del temple. Entonces, los informes que negaban la existencia del tesoro serían una jugada de Felipe IV para quedarse con él y dejar a los hospitalarios las deudas contraídas por causa del proceso judicial.
¿A dónde fue a parar el tesoro?
Según documentos con la declaración de Jean de Chalons, las carretas vistas la noche previa a la detención irían a navíos con destino a Inglaterra, más en particular a Escocia, aunque se cree que parte pudo haberse quedado en el castillo de Gisors. Otro lugar también podría ser el Bosque de Oriente (La Champaña).
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| Castillo de Gisors |
Hipótesis Americana
Según esta sorprendente hipótesis alguien se llevó el tesoro a América. Los templarios, refugiados en Escocia, escondieron allí parte del tesoro, en una capilla propiedad de la familia Saint Clair, y en 1338, el conde Henry Saint Clair se haría a la mar hacia lo que es actualmente Estados Unidos con 13 barcos y 300 colonos que llegarían a las costas de Massachussets, en una época en que esos territorios pertenecían a la corona británica.
En su viaje por la costa este de Norteamérica, el Conde podría haber llegado a la Isla del Roble, en Canadá. No obstante, nos encontramos ante un extraño paraje del que se piensa que alberga un tesoro pirata, paraje descubierto por tres chicos en 1795.
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| Costas de Massachusetts |
Al llegar a los 30 metros de profundidad, los jóvenes, viendo que no podían excavar más, buscaron personas y volvieron con más gente, pero eso no sirvió para nada, ya que su profundidad era mucho mayor de la que en un principio imaginaron. Después de varias semanas de estar excavando, se dieron por vencidos.
Desde entonces, ha habido numerosas excavaciones en la isla, con un altísimo coste económico.
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| Isla del Roble |
Los Templarios en España
Los templarios llegaron a España muy pronto. De hecho, la reina de Portugal dona en 1128 el Castillo de Soure al templario Raimundo Bernardo.
Las fortalezas de Portugal y Cataluña están en las primeras líneas del frente contra los musulmanes, ya que en teoría son para que los templarios, que pese a las reticencias iniciales lo acabarán haciendo, participen en la reconquista.
Según el testamento de Alfonso I este dejaba lo que tenía para las tres órdenes militares de Tierra Santa, pero a su muerte, el testamente no se cumple. La nobleza de Navarra y Aragón se niega, y nombran rey los primeros a García Ramírez, y los segundos a Ramiro, hermano de Alfonso.
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| Alfonso I El Batallador |
En 1308 el templario Fray Pedro Rovira se refugió en el castillo que la orden tiene a orillas del río Turia, en la localidad de Libros. Poco tiempo antes, Felipe el Hermoso, rey de Francia, ordenó el aresto de sus hermanos templarios. El soberano de la corona de Aragón, siguiendo el ejemplo de Felipe el Hermoso, ordenó arrestar a los templarios y confiscar sus bienes. Algunos fueron apresados, pero otros se refugiaron en las fortalezas templarias y siguieron resistiendo como pudieron. Finalmente, Fray Pedro Rovira se rindió y fue detenido.
Esta es la historia de los templarios. Una orden militar religiosa cuyos miembros fueron traicionados por la cobardía de un rey endeudado.
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