INTRODUCCIÓN
Madrid es una ciudad que irradia cultura por todas partes. En esta
maravillosa urbe española podemos encontrar todo tipo de espacios culturales,
entre los cuáles cabe destacar sus numerosos museos. Entre estos, hay uno que
destaca por ser uno de los museos más inclusivos del mundo:
El Museo Tiflológico
Este bello espacio cultural
representa un antiguo anhelo del hombre: poder acceder a la cultura sin
restricciones, una meta que el
Tiflológico se ha propuesto conseguir desde hace más de 25 años. Así es este espacio cultural: un lugar donde los sueños se
palpan. Un museo sin igual, donde
el tacto y la belleza se mezclan en perfecta combinación.
El museo depende de la
dirección general de la ONCE, y se financia exclusivamente gracias a la venta de los cupones y diversos juegos. Por este motivo, en la
actualidad no recibe ninguna aportación
económica o donativo de ninguna otra
institución.
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Fachada del edificio |
El museo cuenta con un gran número de empleados en sus instalaciones, entre los
que se encuentran el personal técnico y administrativo y varias
guías, así como diversas personas
en prácticas y voluntarios culturales. Estos últimos, provienen de una
asociación llamada CEATE. Se dedican a guiar grupos y son fundamentales para el
funcionamiento del museo. El museo dispone
además de una coordinadora y
directora.
El objetivo principal del Tiflológico
es acercar el arte y la arquitectura, a la par de crear un espacio cultural
accesible a las personas con discapacidad visual. Aunque este es su objetivo
principal y está plenamente orientado a la discapacidad visual, está abierto a
cualquier público que quiera disfrutar de este maravilloso espacio.
Es por
este motivo, por lo que el museo se llama Tiflológico, dado que Tiflo viene del
griego Tiflos (que significa ciego) y “logos” puede venir de “aprendizaje”; por
lo tanto, su nombre se puede traducir como “aprendizaje de las personas
ciegas”.
Cuenta con visitantes de todo el mundo,
dado que es de los pocos museos dedicados íntegramente a personas con
discapacidad visual. Es tal su importancia en el mundo, que los
responsables de muchos museos nacionales e internacionales, lo visitan a fin de
saber cómo adoptar medidas de accesibilidad.
El año 2017 fue
especialmente importante para el Museo dado que se celebró el 25 aniversario. Ese
año, se hicieron muchas actividades, visitas guiadas, ciclos de conferencias en
colaboración con la Universidad Complutense de Madrid…etc y recibió un total de
16600 visitas.
El museo se puede visitar
tanto de forma individual como en grupo. De la misma forma se puede hacer con visita
guiada o por libre. Cabe decir que para realizar una visita guiada es obligatorio
reservarla con antelación. Señalar también que de momento no se pueden reservar
a través de la web, tiene que ser o bien por email o por teléfono que sí se
pueden encontrar en su pág. web.
Las visitas guiadas
suelen durar entre 60 y 90 minutos, en función del grupo o la exposición que se
quiera ver. Por ejemplo, en el caso de las visitas infantiles puede durar unos
60 minutos. Esta visita cuenta con la proyección de un vídeo sobre los perros
guía en el que se cuenta el proceso desde que es un cachorro hasta su edad
adulta y cómo se le entrena para poder realizar su cometido perfectamente. La
visita más larga que se puede hacer, es la que incluye las reproducciones de
los monumentos que puede durar unos 90 minutos.
Hay que señalar que, en una visita
guiada el museo no se enseña completamente. Las visitas se hacen por
colecciones (dependiendo de los intereses de los visitantes). Entre los grupos
que suelen ir a visitar el museo, destacan los centros culturales y los centros
de Formación Profesional que imparten conocimientos sobre distintas
discapacidades.
El número de personas que puede
haber en cada grupo, también depende de lo que se quiera visitar oscilando
entre 30 y 60 personas. Por ejemplo, si se quieren visitar los monumentos, puede
haber 60 personas (máximo), esto es así porque los monumentos están divididos
en dos salas, (nacionales e internacionales). De esta manera, el grupo de 60
personas quedaría dividido en dos grupos de 30 personas. Si la visita es a la
parte de tiflología, el grupo será de 30 personas.
En el museo podemos ver varias colecciones que sin duda
harán las delicias de quienes las contemplen:
- Maquetas
de reproducción de monumentos. Estas se hicieron para que las personas
ciegas y con discapacidad visual grave, pudieran acceder a la historia del arte
y de la arquitectura a través del tacto, “están hechas para ser tocadas”.
-
Obras
de arte hechas por artistas afiliados a la ONCE. Podremos maravillarnos
con sus cuadros y esculturas.
- Objetos
que datan del siglo XIX hasta los años 70 del siglo XX. Se trata de
herramientas con las que las personas ciegas de generaciones pasadas, aprendieron
a leer, a escribir… son herramientas con las que accedieron a la cultura, la
educación y el trabajo.
- Cupones
anteriores a la creación de la ONCE y pertenecientes a la ONCE.
La ONCE
(Organización Nacional de Ciegos españoles), fue creada en 1938. Antes de su
creación, había en España asociaciones de personas ciegas que vendían lotería y
cupones.
En esta
exposición que está dividida en dos vitrinas podemos ver cupones de esas dos
épocas.
-
Libros
antiguos (situados en una habitación contigua).
- Exposiciones
temporales
Si bien, todas las colecciones del museo son tratadas de igual manera y resulta
muy complicado decantarse por una de ellas, resulta de vital importancia la
colección tiflológica, dado que es fundamental para entender cómo las personas
ciegas han ido siendo autosuficientes a lo largo de la historia, y cómo han
evolucionado sus herramientas hasta llegar a la época actual.
Otras
colecciones destacables son las de obras de arte hechas por personas con
diversidad funcional, ya que mediante su exposición, el respetable, comprende
que una persona –aun siendo ciega- puede llegar a realizar verdaderas obras de
arte.
No nos
podíamos olvidar de las maquetas, dado que son –en la práctica- la única forma
mediante la cual las personas ciegas pueden apreciar los monumentos y otras
obras de arte.
Cada año
se realizan cuatro exposiciones monográficas, de las que tres son relativas a
escultores no afiliados a la ONCE.
Un
ejemplo de obras hechas por artistas no afiliados a la ONCE pueden ser las
maquetas, dado que –al ser obras cuyo fin es acercar el arte mediante el tacto-
son hechas por artistas sin diversidad funcional visual.
Todos los
años se inaugura en junio una exposición que puede ser de fotografía, escultura
o pintura.
En diciembre
se realiza una exposición colectiva con obras hechas por artistas con
diversidad funcional visual.
No se
puede saber a ciencia cierta el número de asistentes a una exposición en
concreto dado que se cuenta el número de visitantes al museo en general. No
obstante, una de
las exposiciones que ha gozado de un alto nivel de aceptación entre el público
en el 2018, ha sido la de Luz Galván, artista afiliada a la ONCE.
Cada vez que hay una exposición temporal de un artista externo a
la ONCE, este deja una obra en donación. Por este motivo, cada 3 ó 4 meses, se
pueden encontrar obras nuevas en el museo.
Aunque a lo largo de todo el mundo podemos encontrarnos con museos
para personas ciegas, hay que mencionar que este es el único museo tiflológico
en el mundo.
El museo ha empezado a desarrollar talleres y
visitas didácticas. Cuenta con una novedad que es un aula llamada “Espacio
Activo”, donde se ofrecen actividades educativas relacionadas con las
colecciones.
¿Cómo se hacen las maquetas?
Como es lógico, el museo decide qué maquetas quiere tener, una vez
seleccionado el monumento que quiere tener representado, se elige al maquetista
mediante concurso.
Una vez conocido el maquetista, el proceso es largo. Suele durar entre
dos y tres años. El motivo de esta duración se debe a que el maquetista tiene
que documentarse sobre el monumento que ha de hacer a fin de reproducir lo más
fielmente posible sus características, después, ha de hacer la maqueta con las
características y dimensiones que le ha solicitado el museo.
Cada maqueta lleva un seguimiento muy exhaustivo desde que se
inicia y, hasta que la obra quede terminada, estos seguimientos se hacen entre
otras cosas por seguridad, para evitar que haya elementos cortantes, punzantes
que puedan dañar a quién la está examinando.
Los materiales de que están hechas las maquetas dependen
totalmente de quien las elabora, metal, madera, resina, piedra… pero siempre
tienen que ser materiales resistentes que puedan soportar que sean tocadas en multitud
de ocasiones sin que estas se deterioren, ya que, la idea es que las personas
puedan percibir los monumentos que allí se reproducen solamente con el tacto de
las manos.
Una de las maquetas más antiguas que se exponen en el museo
es la que reproduce la Sagrada Familia, esta maqueta data de los años 80, antes
de que se inaugurase el Museo. La más nueva llegó al museo en el año 2015, y es
la Basílica del Pilar.
Siempre que se ha incorporado una maqueta nueva al museo, ha
habido una inauguración.
MUSEO
El museo se crea como un servicio social más que la ONCE tiene para
sus afiliados.
Se crea con la idea de generar un espacio cultural, donde las
personas con ceguera o con discapacidad visual grave, puedan acercarse al arte
con las menores limitaciones posibles.
El museo abre sus puertas al público el 14 de diciembre de 1992, no
obstante, el edificio es anterior a esta fecha. Este, siempre ha pertenecido a
la ONCE y, en él, además de estar el museo que ocupa la tercera planta entera y
parte de la segunda, también alberga más departamentos de la ONCE, como el
servicio bibliográfico o comunicaciones.
Este museo (de aproximadamente 1500 m2)
cuenta con ocho salas que están distribuidas de la siguiente manera:
- Dos para
colecciones de reproducciones de monumentos (nacional/internacional).
-
Dos para
obras de artistas con diversidad funcional visual.
-
Una para
material tiflológico.
-
Una para
exposiciones temporales.
-
Una
con libros antiguos.
-
Una
sala dedicada a actividades didácticas.
El museo puede acoger aproximadamente entre noventa y cien
personas cómodamente.
El museo cuenta con innovaciones tecnológicas como los
códigos QR que permiten el acceso a la información a través de un móvil con una
aplicación específica. También cuenta
con audioguías (en la actualidad sólo la hay para la colección de monumentos) donde
se pueden encontrar dos tipos de información, una que describe más
específicamente las piezas y está pensada para personas ciegas, y otra con la información
del monumento en sí.
El museo también cuenta con un sistema Beepcon.
El sistema Beepcon en un sistema que permite el guiado automático
por las salas del museo permitiendo la identificación y localización de objetos
cercanos mediante sonido, vibración o notificación verbal. Consta de una serie
de balizas inteligentes colocadas en puntos estratégicos del museo. Se puede
activar mediante una aplicación existente tanto en Android como en IOS y se
conecta mediante el bluetooth.
Un ejemplo de lo que se puede escuchar con este sistema sería: “Está usted en el mostrador de recepción, a
su izquierda encontrará el acceso a las salas de exposición de obras de arte,
hechas por personas con discapacidad visual, a la derecha encontrará el acceso
a las reproducciones de monumentos”.
También tiene un botón que al pulsarlo suena un “beep” (de ahí el
nombre de la aplicación). El pitido permite que la persona se pueda orientar.
Este sistema sustituye a un sistema anterior que, mediante voz,
comunicaba a qué sala se estaba accediendo.
El Museo ha contado con importantes modificaciones para hacerlo
accesible. De todas estas, queremos destacar por su importancia la inclusión de
moquetas. Actualmente, las personas pueden diferenciar en qué parte del museo
se encuentran a través de la textura del suelo. El museo cuenta con dos tipos
de suelo, baldosas y moquetas, de esta forma, el visitante puede distinguir vía
bastón (sonido o tacto) por dónde está pasando. La zona de deambulación es la
zona de baldosas y la textura de la moqueta marca la zona de exhibición. Todas
las peanas y vitrinas se encuentran sobre moqueta.
Todo el sistema de cartelas, tiene la información en el sistema
braille y también en letras visuales.
Junto a cada obra se pueden encontrar dos cuadernillos en los que
se puede encontrar la información de la pieza tanto en braille como en tinta.
Todas las semanas se revisan las piezas expuestas, ya que es
normal que se deterioren. Esto se debe a que siempre son tocadas. Una pieza deteriorada,
se guarda hasta su restauración.
MISCELÁNEA
Entre los aristas más destacados del museo, y dejando a
muchos en el tintero, cabe mencionar a Kelia Rontes, Rafael Arias, Eduardo
Matute, Prieto Lago, Marcelo Vilevich, Juan Torres y Ataulfo Casado (ganador de
artes plásticas del 25 aniversario del museo).
Todos ellos son afiliados a la ONCE. Algunos son ciegos totales, y
otros tienen una discapacidad visual. Dentro de que todos han sido artistas
toda su vida, algunos sí que vieron antes de tener ceguera, y han ido adaptando
su técnica a la diversidad funcional que tienen.
Martes a viernes 10:00 a 15:00 y de 16:00 a 19:00 (desde enero 2019)