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martes, 17 de enero de 2023

Vincent Van Gogh

Nació el 30 de marzo de 1853, Zundert, Países Bajos, de padres Anna Cornelia Carbebtus y Theodous Van Gogh.




Fue un artista torturado y rechazado, cuya obra no fue valorada hasta después de su muerte (no logró vender ningún cuadro en vida).

BIOGRAFIA

Van Gogh era el mayor de seis hermanos de un padre pastor protestante. Tenía excelentes relaciones con su hermano menor, al que sacaba cuatro años, Theo que sería su representante en un mundo que le hundió en sus últimos años de su vida. Tras recibir su educación en un internado privado, a los 16 años entro como aprendiz en la galería de arte parisina Goupil, ubicada en La Haya (regentada por su tío Vicent).

En 1875 se trasladó a París, y un año más tarde volvió a Holanda.  Trabajó como profesor y como empleado de una librería, y fue pastor metodista.

En 1878 fue trasladado a la zona minera de Bolinage. Tras otro fracaso con su prima Kate conoció a una prostituta, llamada Sien, con cuyos hijos vivió en 1882.

La obra de Van Gogh

Más de diez años dedicados a la pintura, fueron para otorgar a Van Gogh un lugar entre los genios de la historia del arte.

su legado más de ochocientos cuadros, además de numerosos dibujos y aguafuertes.

Las obras hechas en parís es su legado oscuro. Datan de los dos años inmediatamente anteriores a su llegada a la capital francesa (1884-1885).

Entusiasta de Miller, las obras de Van Gogh se caracterizaron por su tosquedad, por sus pinceladas gruesas y agitadas en tonos oscuros, y por reflejar el sufrimiento de los trabajadores y la desdichada vida de estos. El compromiso de este pintor con los postergados hizo que se alejase de los convencionalismos academicistas, es decir, él dio más importancia al contenido y mensaje de sus cuadros que a cualquier tipo de norma pictórica.

 

La obra más codiciosa y que mejor refleja está etapa del pintor es “Los comedores de patatas” (1885), que podemos observar en el Museo Vicent van Gogh, Ámsterdam.

 

En París

 

Georges Seurat presentó al público “Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte” (1886), obra que Van Gogh había trasladado a París, donde estuvo hasta 1888.

 

Esos dos años cambió su manera de pintar: rehusó seguir la moda holandesa y la cambió por matices luminosos, coloración impoluta y reducidas trazos desconciertos, siendo estas técnicas que aprendió de Camille Pizarro y Paul Signac.

Uno de los cuadros más representativos en París es el Autorretrato con sombrero de paja (1887-1888). Museo de Arte Metropolitano. De Nueva York.

Arlés

En febrero de 1888 Van Gogh se desplazó a la localidad de Arles, en el sur de Francia. Allí encontró la misma luminosidad que él hallaba en las “estampas japonesas” que tanta influencia ejercieron en él.

Le fascinó el sol espectacular, el azul intenso, ardor de los colores.  Atrás quedan los cielos cubiertos de Holanda, Bélgica y París – En Sembrador con el sol poniente (1888, Museo Vicent Van Gogh Ámsterdam).

Estas obras mostraron grandes gamas de color similares a las que usaban sus compañeros, por quienes se influir en trabajos como EL café de noche de Arlés (1888, Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut).



 

El Café de Noche de Arlés



Pero Van Gogh, implantado en Arles ocho meses antes de la llegada de Gauguin, había encontrado su propio estilo más allá del impresionismo y del divisionismo. Las discrepancias entre ambos artistas fueron múltiples. Gauguin rechazaba los trazos que Van Gogh realizaba porque le parecían desordenados, se veía a sí mismo como un primitivo refinado, mientras veía a Van Gogh como un artista incorregible y hermoso.




 


Van Gogh estimaba que el arte al natural era el medio a partir del cual podía interpretarse sus sensaciones.

 

Mujeres de Arles también es conocido como “Recuerdo del jardín de Etten” (pequeña ciudad del norte de Holanda en la que trabajo el pintor algún tiempo.




 




La obra realizada antes de su estancia en Paris podría encuadrarse en el período tenebroso del pintor. Sus primeras telas importantes datan de los dos años inmediatamente a su llegada a la capital francesa (1884-1885). Admirador entusiasta de Millet, Van Gogh retrató con rudeza en estas primeras obras el sufrimiento de los trabajadores humildes sometidos a considerables esfuerzos físicos y sus miserables condiciones de vida.





El lienzo más valorado de este artista es Los Comedores de Patatas (1885, Museo Vicent van Gogh, Ámsterdam). En este, cinco personajes se reúnen para comer patatas y beber café en un comedor. Con dureza y cromaticidad, Van Gogh traspasa en los rostros sustituido, los rostros demorados una miseria sin ilusión. Una tenue lámpara de gas ilumina levemente los ilumina levemente los alimentos, la mesa y los cuatro personajes del fondo. En primer plano, a contraluz se halla una mujer en una escala desmedido.

 

Las facciones son caraquitas deformes y el ambiente claustrofóbico.

Desde el punto de vista formal, la obra se caracteriza por pinceladas gruesas y removidas en tonos muy fúnebres.

 



La identificación del artista con el sufrimiento de los pobres y marginados encuentra su vehículo en esta media tez del medio pictóricos. Duramente este hecho, el recuerdo que hizo necesario el trabajo al natural. Los personajes y el panorama se aparecen sin adentrar, simultáneamente a la superficie del lienzo, en zonas peculiares de acuerdo a un método adquirido por los pintores japoneses.

La cara de las señoras, atraído y lanquido, transmiten el presente un sentimiento de angustia.

 

En el mapa artístico. Su estancia de poco más de un año en Arlés se tradujo en uno doscientos lienzos.


Las alianzas con su hermano y el gusto por los colores le llevaron a trasladarse a Arlés (Provenza), donde su obra fue dando más colorido expresando claridad sus sentimientos sobre lo expresado y propios estilos de ánimo.

Dado que la soledad se le hacía insoportable alquiló su vivienda a fin de compartirla con compañeros pintores que tenían su mismo interés. 

 Paul Gauguin se mudó a la casa de Van Gogh  donde la convivencia fue difícil , tuvieron una pelea donde Van Gogh ataco con una navaja de afeitar, para pedir perdón se cortó la oreja, pero ya Gauguin le consideraba un peligroso.

Todo ello lo sumió en una gravísima crisis mental que acabaría con su internamiento en un hospital. En varios cuadros que dedico a su médico (el retrato del doctor Gacher 1890, Museo de Orsay, Paris) acentuar su impasibilidad y tristeza en un gento plenamente idealista.

Las obras de este periodo final acusan una fuerte oposición y revertir su íntima infidelidad.

 

También en esta última etapa abundan las obras maestras; sus mejores autorretratos, entre los que sobresale el Autorretrato de 1890 (Museo Orsay, Paris). Que regalo al doctor Gachet.

 

Aunque también puedan hallarse lienzos de transparente generosidad, en sus últimos paisajes la belleza natural aparece a menudo turbada por una subterránea agitación, reflejo de la ansiedad del artista. Las barracas (1889, Museo del Hermitage, San Petersburgo).

En Cipreses (1889, Metropolitan Museum, Nueva York), esos abultados árboles que representaron siempre la aceptación se yerguen como dos llamaradas desde una espesura de matas bajas, diabólicamente inquietas contra un luminoso cielo azul arremolinado de nubes blancas.

Noche estrellada (1889, MOMA, Nueva York), donde los trazos envuelven una visión imagen del cielo, destello de un angustioso síntoma interior.

 

Las obras han dado al artista una consideración de genial del expresionismo.

 

Los últimos años

 

No fue melancólico el ánimo de Van Gogh en esta fase final. De hecho, su correspondencia con su hermano Theo, en sus últimos meses, están llenas de iluminación y feliz liberación artística.




 

Theo le visito e hizo que ingresara en el hospital de Arles. En mayo 1889 ante el miedo de perder su forma de trabajar, ingreso en el hospital psiquiátrico de Saint-Remy-de-Prevence, donde estuvo 12 meses. En este período Van Gogh pinto diariamente, pinto diversos obras relacionadas con el hospital, retratos de médicos a pesar de sus ataques, obras de RembrandtDelacroix y Millet.

 

Unos meses más tarde pensó que ya estaba curado, su estado de ánimo, no mejoro su apego a su hermano, por sus sentimientos de culpa y el fracaso como artista, su interior se encontraba irremediablemente perturbado por su tristeza.

 

En 1890 el día 27 de julio, en el silencio de los campos bajo el sol, Van Gogh se tiró un tiro en el pecho muriendo dos días después sin haber cumplido los treinta y siete años. Al cabo de seis meses, por la tristeza del dolor le siguió su hermano, donde los dos descansan en el cementerio de Auvers.

 

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