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lunes, 6 de mayo de 2013

PETRA


Introducción e historia

  Enclavada en un angosto valle, al este del valle de la Aravá, que se extiende desde el mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba, y a unos 200 kmtrs. de Amman, capital de Jordania, se encuentra el importante y espectacular enclave arqueológico de PETRA. También se la conoce familiarmente como “la ciudad rosada”, por el tono de su piedra arenisca.

  Su nombre proviene del griego “πέτρα“que significa piedra, perfectamente idóneo. No es una ciudad construida con piedra sino, literalmente excavada y esculpida en la piedra.

  Petra fue fundada en la antigüedad hacia el final de siglo VII a. C. por los edomitas, pueblo descendiente de Edom,* o Esaú, hermano mayor de Jacob.

Mapa de localización de Petra


  Un siglo más tarde (VI a.C.), la ciudad fue ocupada por los nabateos, una de las tribus árabes nómades del noroeste de Arabia, los cuales la consagraron como auténticos ingenieros hidráulicos, creando una red de abastecimiento y almacenamiento de agua. Desviaron el cauce del río Wadi Musa para que las riadas de la estación de las lluvias no entraran por el Siq, (el desfiladero por el que se accede a la ciudad). Al mismo tiempo, esculpieron un canal a lo largo de todo el desfiladero que recogería el agua que caía de las montañas para transportarla a las cisternas y fuentes de la ciudad.

  Tallaron cientos de kilómetros de canales y horadaron todo el enclave con numerosas cisternas, muchas de ellas de más de 10 metros de profundidad. Asegurando el abastecimiento y la abundancia de agua, los nabateos hicieron que Petra se convirtiera en una escala imprescindible en las rutas del comercio entre Egipto, Siria y Arabia con el Sur del Mediterráneo.


Desfiladero de entrada a Petra


  Petra fue redescubierta para el mundo occidental por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt en 1812. Para ello, dicho explorador engañó a los guardianes que protegían el lugar fingiendo ser un árabe de India que deseaba hacer un sacrificio en la tumba del profeta Aarón.

  Su singularidad, por ser un conjunto monumental esculpido directamente en la piedra, hizo que fuera considerada en 1985 Patrimonio Mundial de la UNESCO. Desde Julio de 2007, Petra forma parte también de las Las nuevas Siete Maravillas del mundo moderno.


La arquitectura de Petra

  Podemos considerar que Petra es uno de los mayores ejemplos de “arquitectura rupestre”, es decir, construcciones excavadas o esculpidas en cuevas, grutas o paredes rocosas, por las civilizaciones antiguas. Estas suelen realizarse en lugares donde abunda la piedra blanda-arenisca en este caso-. Esta arquitectura está íntimamente relacionada con la escultura, siendo en ocasiones imposible establecer una frontera entre ambas.


Al-Khazneh (el Tesoro)


  Las “construcciones” de los edificios se empezaban de arriba a abajo y no de abajo a arriba, como sucede en la arquitectura convencional, para evitar que la roca desprendida pudiese dañar las partes inferiores o a los propios trabajadores.

   En cuanto al estilo arquitectónico, este el el propio de la época, es decir, el del Imperio romano.

Escalera esculpida de 900 peldaños



  La ciudad se dividía en dos zonas: la formada por las paredes de las montañas, que estaban consagradas a edificios funerarios, rituales o monumentales, y la zona llana o central donde los nabateos levantaban sus edificios públicos, casas y calles. La mayoría de estos edificios y casas fueron destruidos por el terremoto del año 551, no así muchas de sus excavaciones en fachadas y tumbas (las cuales se estiman quedan intactas unas 500).



Tumbas excavadas en la roca



  El acceso a la ciudad se realiza a través de un estrecho cañón de 1 km. de longitud llamado “Siq”, el cual está rodeado de acantilados de hasta 80 mtrs. Al final de esta entrada, se encuentra uno de los monumentos excavados más significativos de toda la ciudad: la fachada llamada Al-Khazneh (el Tesoro). Posee una inmensa fachada  de 30 m de ancho y 43 m de alto, excavada en una cara rocosa de rosa pálido. Se construyó en el siglo I como la tumba de un importante rey nabateo y es una muestra del talento para la ingeniería de este antiguo pueblo.

  Ascendiendo por la escalera de la foto, nos encontramos con un Teatro estilo romano con capacidad para 3000 personas.


Teatro romano



  A la vuelta de un recodo, en una pequeña cima, aparecen dos extraños obeliscos de proporciones colosales. El dios de los nabateos, la piedra, representado en estas dos figuras por las divinidades de Dushara y Al’Uzza. Lo más fascinante de todo es que los obeliscos no están colocados sobre el suelo, sino que emergen de él. Para dejarlos al descubierto, rebajaron la cima de la montaña más de 10 metros a su alrededor.


Obeliscos



  Más adelante, continuando la ascensión, se llega al Jabal el-Madhbadh, el alto Altar del Sacrificio, el lugar más sagrado e importante de Petra: un santuario con un gran triclinio (estancia destinada a comedor formal en un edificio romano o grecorromano.), varios altares para las ofrendas y, cómo no, cisternas excavadas para recoger el agua que se utilizaría en las ceremonias.


El Altar del sacrificio


  Tras una breve bajada por la Vía Columnata en dirección Este, nos encontramos de nuevo con una ascensión que conduce al  monasterio de Ad-Dayr, cuya colosal fachada impresiona sin duda. Este monasterio tiene una fachada de 40 metros de alto por 50 de ancho, está encajado y esculpido a base de vaciar pacientemente la montaña. Ad-Dayr se considera la fachada que mejor ilustra el gusto y estilo arquitectónico nabateo.


Monasterio de Ad-Dayr


  Situado en la antigua cueva nabatea de la ladera de al-Habis, se encuentra el Museo Arqueológico de Petra. Tiene una gran colección de piezas procedentes de excavaciones realizadas en la región de Petra, que datan de los periodos edomita, nabateo, romano y bizantino, destacando sobre todo los elementos decorativos arquitectónicos y la escultura en piedra.

  El otro museo a destacar es el Museo Nabateo de Petra. Este es un museo más genérico, con 3 salas, la primera donde se muestran un recorrido por la historia de Petra y los nabateos, la segunda, dedicada a excavaciones concretas, y la tercera , donde se exponen diversos artefactos, como joyas, lámparas, estatuillas de bronce, figuritas de terracota, cerámica y monedas, haciendo especial hincapié en los procesos de fabricación.

Muestra de objeto de museo





  Después de recorrer Petra, surge una interesante pregunta: ¿Y los templos y lugares sagrados de culto propiamente nabateo?¿Por qué no hay?
La respuesta de los guías del lugar:
“Porque ellos oraban allí arriba, junto a las nubes…"


Formaciones rocosas polícromas

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